6 remedios caseros que funcionan contra el resfriado

6 remedios caseros que funcionan contra el resfriado

6 remedios caseros que funcionan contra el resfriado

Los frecuentes cambios de clima provocan que a menudo las personas sean afectadas por el refriado y no hay nada  más eficaz que combatirlo  con los tradicionales remedios caseros.

Cubrir el pecho con papel marrón y vinagre, remojar los pies en agua caliente, o el uso de calcetines mojados son las viejas curas para el resfriado que pueden parecer irrisorias desde el punto de vista de la medicina moderna.

Por ello, los beneficios aparentes de los remedios caseros hoy en día se evaporan bajo el escrutinio. Sin embargo, hay algunos que aparentemente sirven.

1. Jarabe de miel
La miel suaviza la garganta y es un potente antibacteriano, según afirma este estudio del KPC Medical College and Hospital (India). Por ello, cuando estamos enfermos lo primero que nos recomiendan es consumir té con miel.

A continuación, te damos la receta de un antitusivo con miel.

Ingredientes
Jugo de 1 limón
1 cucharada de miel (25 g)
1 cucharada de aceite de coco (15 g)

Preparación
Exprime el limón y vierte el jugo en un recipiente
Luego, agrega la miel y el aceite de coco
Finalmente, mezcla bien y consume dos veces al día

2. Sopa de ajo y azúcar

El ajo es un excelente antibacteriano (según afirma este estudio de la Universidad Estatal de Washington) que te ayudará en esos días en que la tos se vuelve insoportable. Además esta receta está especialmente indicada para la gripe que aparece en invierno.

Ingredientes
1 taza de agua (250 ml)
2 dientes de ajo
3 cucharadas de azúcar (30 g)

Preparación
Primero, pela los dientes de ajo y pícalos bien finos
Luego, pon el agua en un recipiente y calienta con los ajos y el azúcar
Deja que hierva unos 15 minutos y, a continuación, retira del fuego.
Finalmente, cuando alcance una temperatura soportable consume una cucharadita
Repite varias veces al día.

3. Infusión de anís
Con un sabor característico, el anís es un excelente remedio para aliviar el dolor de garganta y la tos. Así lo afirma este estudio realizado por el National Research Centre de Egipto. Consume esta infusión tres veces al día, lo más caliente posible.

Ingredientes
2 cucharadas de semillas de anís (20 g)
1 taza de agua (250 ml)

Preparación
Muele un poco las semillas de anís y coloca en una olla
Luego, vierte el agua y cuando rompa el hervor deja que infusione 15 minutos
Retira del fuego y deja reposar otros 5 minutos.
Finalmente, filtra y consume (puedes endulzar con miel).

4. Té de higos

Esta rica fruta tiene infinidad de propiedades antiinflamatorias (tal y como asegura este estudio de la Universidad Kebangsaan Malaysia) y nos aporta una buena cantidad de nutrientes. Consumir higos calientes es una receta antigua que recomiendan las abuelas.

Ingredientes
3 higos
1 taza de agua (250 ml)

Preparación
Pela los higos y retira la pulpa
Luego, coloca en una olla el agua y cocina durante 10 minutos
Retira del fuego y deja reposar 5 minutos
Finalmente, cuela y bebe lo más caliente posible
Preferentemente, consume esta infusión por las mañanas y por las noches.

5. Sopa de cebollas

Al igual que sucede con el ajo, la cebolla es un antibacteriano muy recomendable. Así lo afirma este estudio de la Universidad Yeungnam (Corea).

Además de consumirla cruda en ensaladas puedes disfrutar de una riquísima sopa.

Ingredientes
2 litros de agua
1 kg de cebollas
8 cucharadas de miel (200 g)
2 tazas de azúcar (400 g)

Preparación
Pon el agua en una olla y llévala a ebullición
Mientras, pela las cebollas y corta en juliana
Luego, agrega las cebollas, la miel y el azúcar al agua ya hirviendo
Cocina 15 minutos y retira del fuego.
Deja enfriar y cuela
Finalmente vierte en un frasco o botella de vidrio con tapa
Puedes tomar hasta tres cucharadas por día.

6. Té de jengibre y canela

Té de jengibre y canela para la tos

Ambos condimentos son conocidos por sus sabores y aromas. El jengibre, principalmente, es un potente antiinflamatorio, según afirma este estudio de la Universidad Isfahan (Irán). En este caso se combinan junto con la canela (según esta investigación de la Baqiyatallah University of Medical Sciences, con propiedades antibacterianas) para formar un perfecto té para aliviar la tos.

Ingredientes
250 ml (1 taza) de agua
10 g (1 cucharada) de jengibre rallado
10 g (1 cucharada) de canela en polvo
25 g (1 cucharada) de miel
10 g (1 cucharada) de clavo de olor

Preparación
Primero, coloca a calentar el agua.
Cuando llegue a ebullición agrega el jengibre, la canela y los clavos de olor.
Luego, deja que se realice la decocción durante 15 minutos y retira del fuego.
Finalmente, cuela y endulza con la miel.
Bebe por las mañanas y las noches (máximo dos tazas al día).

No tome antibióticos, elija medicamento para el resfriado

Francamente, no hay ninguna razón para tomar antibióticos, ya que estos combaten las bacterias, mientras lo que causa el resfriado es un virus.

«No hay ningún beneficio real en los antibióticos. Al contrario, hacen aumentar el riesgo de efectos adversos como la diarrea», dice Allan.

Su mejor apuesta es tratar de reducir sus síntomas.

Las píldoras que combinan antihistamínicos con descongestionantes o analgésicos y que se compran en la farmacia, ayudan a aliviar algunos de los síntomas más desagradables para los adultos (no niños).

Pero incluso entonces, los beneficios son modestos y probablemente difieren entre las personas y los tipos de infección que están sufriendo, dice Allan.

Tome una cucharada de miel (pero cuidado con otros remedios naturales)

En general, los remedios a base de hierbas -como la equinácea, o tabletas de ajo- no funciona.

El único que mostró alguna efectividad fue la miel.

En tres estudios diferentes se halló que una cucharada, tomada directamente antes de acostarse, calma la tos en tres estudios diferentes, y demostró ser mejor que otras bebidas azucaradas y jarabes para la tos.

Un estudio sugirió que una combinación de miel y café podría ayudar a la tos persistente clara en adultos.

Finalmente… pida atención de sus seres queridos

Las personas que te rodean pueden determinar la rapidez con la que uno se recupera.

Los pacientes que reportan que sienten una mayor empatía con su médico parecen superar su enfermedad con mayor rapidez, un efecto que se puede ver tanto en los propios informes de los síntomas y las medidas más objetivas de su actividad inmune.

No está claro de si se puede decir lo mismo de la gente más cercana, pero en ausencia de una cura milagrosa, un poco de compasión no es mucho pedir y podría proporcionar consuelo donde los otros remedios han fallado.

Hay un montón de otras cuestiones que podrían ser exploradas con más investigación.

Al viajar en un autobús lleno de gente, por ejemplo, ¿es mejor tener las ventanas abiertas, para eliminar todos los gérmenes, incluso si eso significa que todo el mundo contraiga un resfriado?

Tales preguntas son muy difíciles de estudiar con precisión científica. Pero, por mucho, la mejor medida, dice Allan, es simplemente usar el sentido común: lavarse las manos con regularidad y no compartir bebidas con personas que ya están infectadas.

No es la panacea que todos estamos esperando, pero a veces la respuesta más simple es también la más efectiva.

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