Barbacoa, Luis Kalaff y “La empalizá”

Barbacoa, Luis Kalaff y “La empalizá”

Barbacoa, Luis Kalaff  y “La empalizá”

Alex Ferreras

(A la memoria de mi padre, Alejandro Ferreras)

El maestro Luis Kalaff, el más prolífico de los compositores nacionales, de origen libanés, era un incansable investigador que conoció cada recodo de la geografía nacional en busca de notas folclóricas representativas para darlas a conocer al país y al mundo.

La antigua Barbacoa, mi pueblo, hoy Jaragua, de la provincia Bahoruco, rica en folclor, fue también visitada por el escritor y novelista costumbrista barahonero Rafael Damirón, con idénticos fines.

Si bien un ritmo como la mangulina no tuvo su origen en Barbacoa, todos están acordes con que en ella era donde mejor se la bailaba. Hasta a la aldea llegó –a más de haber sido un bastión baecista–, atraído por su fama, el propio Buenaventura Báez para disfrutar de su arte debajo de “tonelas” o enramadas.

En su obra “Estampas” (SD: Impresora Listín Diario, 1938), a Damirón le llamó la atención la figura de Lucas Desena Merón, o Lucas Evangelista Sena, alias Carnavá, oriundo del lugar, sin duda, el único héroe trágico real de la épica regional de la literatura dominicana en tiempos de la montonera.

Transcurría la época de oro de la tiranía trujillista cuando Víctor Díaz Méndez, de sobrenombre Bacalú, un hombre muy querido en la comunidad y de grandes inquietudes sociales, hizo las veces de máxima autoridad política del entonces villorrio.

A mediados de la década del cincuenta llegó a oídos de Kalaff la historia de que don Víctor, barbacoero, había presuntamente deshonrado a una muchacha que padecía de trastornos mentales, y que todo giraba en torno a una empalizada. De ahí, pues, el título del merengue.

Los lugareños, en fiestas que se amenizaban en el pueblo, ajustados a la fórmula del merengue, le agregaban, no sin picardía por lo bajo, la variante: “Dime niña quién te besó / A la orilla ’e la empalizá (bis)/ Víctor Díaz tuvo la culpa / Filla Pérez [su esposa] no dijo na’ / Eh eh ah a la orilla ’e la empalizá” (bis).

Inspirado en ese hecho, el versátil compositor Kalaff compuso el merengue “La empalizá”, que ya recorre el mundo en voces como las del reputado artista romántico Julio Iglesias, el grupo mexicano “Los camaleones del Norte” y muchos otros en varias latitudes. La pieza musical fue escrita con gracia, picardía e inteligencia.



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