Santo Domingo.-“Las ayudas económicas de los gobiernos de este país han sido frágiles y débiles para Rehabilitación, este programa debería estar en los hombros del Gobierno”.

Esa categórica exclamación de ayuda la hizo hoy la presidenta y fundadora de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), doña Mary Pérez Marranzini, tras encabezar una eucaristía ofrecida por el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Amancio Escapa, con motivo del 53 aniversario de esa institución.

Marranzini, junto a Arturo Pérez Gaviño, reveló que esa entidad recibe este año un presupuesto de 800 millones de pesos. Sin embargo, les ofrecieron 70 millones adicionales vía la Presidencia y apenas les entregaron diez millones.

Limitan servicios

Indicaron que desarrollan programas especiales en 29 provincias del país y llevan diez años tratando de incrementar sus ingresos a través del ministro de Educación y no ha sido posible, lo que limita su proceso de crecimiento, como es la apertura de diez nuevos servicios en todo el país.

Marranzini informó que las estadísticas de la ADR destacan que en el período enero-agosto del presente año han facilitado 722,598 servicios de distintas modalidades, para un aumento de un 12 %.

En condiciones de nuevo ingreso se han atendido 38 mil 15 personas con limitaciones, en toda la red, para un aumento de casi un 5 %.

Obispo resalta altruismo

Durante la eucaristía, el obispo emérito monseñor Amancio Escapa reiteró la invitación del papa Francisco a tener misericordia de los demás.

Esa reflexión se traduce en poner el corazón en la miseria de los más necesitados, que haya un mayor acercamiento hacia los semejantes.

Destacó por igual la obra altruísta y positiva que por 53 años realiza la Asociación Dominicana de Rehabilitación, la cual puede poner como modelo ante la solicitud del Papa relativa a la misericordia que se debe tener con quienes necesitan.

“Misericordia significa poner el corazón en la miseria del otro, en las circunstancias adversas que les pasan a las otras personas para actuar de la misma manera que actuó el relato del evangelio, del Buen Samaritano”.