Santo Domingo.-El Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS) aún tiene algunos fallos y virtudes que afectan en algunos casos y benefician en otros a los afiliados.
Por el momento el sistema solo tiene dos regímenes implementados: el Contributivo y el Subsidiado.
En estos dos renglones se tenían registrados hasta julio de este año 6,959,432 personas, es decir, casi 7 millones de afiliados.
Esta cifra no tardará en cambiar, ya que constantemente ingresan nuevas personas al sistema.
Toda esta información la tiene la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), único responsable del recaudo, distribución y pago de los recursos.
El año pasado recaudó 79 mil millones de pesos para ser distribuidos entre las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), la Asociación de Fondos de Pensiones y la Administradora de Riesgos Laborales (ARL).
“Eso es mucha gente y eso quiere decir que el país se ha estado organizando. Cuando comenzamos no teníamos prácticamente nada, ahora estamos a punto de llegar a los 7 millones de personas registrados y eso creo que es un gran avance para la Seguridad Social.
La Tesorería maneja 7 millones de personas registradas en el sistema”, indica Henry Sadhalá, tesorero de la Seguridad Social.
Sadhalá agrega que de esa cantidad 6.9 millones de afiliados tienen un seguro de salud, “y eso es un gran avance. El seguro de salud tiene cerca de ocho años y poco más en vigencia” y esto por el Sistema Único de Información y Recaudo (SUIR) que tiene mucho que ver con el avance.
Debilidades de la Ley
El funcionario expresa que el sistema tiene que seguir mejorando para que llegue a la afiliación universal.
Para lograr esto el Gobierno deberá alcanzar el 30 por ciento restante de la población que aún no cotiza por distintas razones.
“No solamente faltan personas del sector informal, aún faltan más ciudadanos que deben ser afiliados al régimen contributivo”, resalta. Así como el sistema tiene sus fortalezas en el aspecto tecnológico, también existe debilidades dentro de la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de la Seguridad Social.
Pone de ejemplo la propia entidad que dirige y explica que la TSS carece de personería jurídica para someter a un empleador por falta de pago.
“La ley dice que debemos someter a los infractores, pero no nos dio la personería jurídica para hacerlo”, señala.
Manifiesta que tampoco cuentan con los “ recursos económicos para tener una tesorería como manda la ley” .
Los recursos para que ese órgano funcione provienen del Presupuesto Nacional.
Indica que la TSS en los últimos tres años tiene asignados en el presupuesto 219 millones, desde 2014, hasta este año.
Sin embargo, “el presupuesto que sometemos todos los años a la comisión del presupuesto del Consejo Nacional de la Seguridad Social es aproximadamente el doble de eso, pero estamos recibiendo prácticamente la mitad. Y eso no nos ha permitido crecer como se debe”.
Argumenta que su plan estratégico tiene contemplado tener oficinas en las principales comunidades donde haya una gran concentración de trabajadores, de manera que estos puedan recibir asistencia directa, más personalizada, puedan tener auditores, abogados que puedan ir a esas empresas y hacer acuerdos de pago.
Otro problema que está generando el sistema son los altos intereses que implican los recargos por no pago en la Seguridad Social.
“Cuando se hizo la ley se pensó en poner unos intereses muy altos por recargo, de manera que el empleador dijera, si me atraso en el pago voy a tener una penalidad muy alta”, agrega.
Actualmente, la penalidad es de un cinco por ciento, que al año se convierte en un 80 por ciento.
Este punto, explica el funcionario, ha repercutido de manera negativa en las micro, pequeñas y medianas, empresas, porque cuando se atrasan en el pago en tres o cuatro meses por alguna razón, “esos recargos convierten la deuda impagable”.
Y esto a su vez, prosigue, provoca que dejen de pagar “y se salen del sistema. Y lo que queremos es que esas personas estén en el sistema”.
Pidió a los actores del sistema adecuar ese porcentaje a la realidad y hacerlo más manejable, para que esas personas “puedan hacer acuerdos de pago, quedarse en el sistema y ese dinero se recupere”.
Dice que esta es una razón más para modificar la ley, puesto que cuando el empleador está en mora, su expediente es enviado al Ministerio de Trabajo para que los inspectores le ayuden.
Apunta a que como la TSS no tiene la fuerza, ni siquiera de auditar, tienen que aceptar las nóminas tal como las envía el empleador, sin corroborarlas.
“De ahí es que viene la elusión, es por reportar información de empleados por debajo de la información real”, expresa.
El mes pasado pagaron 71 mil empleadores, sin auditores que puedan ir a las calles y verificar esas empresas. Así es que ocurre “la evasión, por el no pago”.
Al final de cuentas la TSS lo que busca es el beneficio para el sistema y para el trabajador.
Requieren que se incluya un porcentaje de las recaudaciones para que se inviertan en la TSS, a fin de fortalecer sus mecanismos de seguridad.
Aclara que de lo que ellos recaudan no reciben nada.
“Ese dinero va a los receptores de fondos, como son las Administradoras de Riesgos de Salud, AFP y Riegos Laborales. Yo creo que esos tres grupos reciben esos recursos sin incurrir en gasto de facturación, de cobro, recaudación.
Ese gasto lo hace la TSS y yo creo que ellos se pueden desprender de un pedacito”, explica.
Estima que con “un medio por ciento de las recaudaciones totales la TSS puede hacer ejercer su rol perfectamente”.
Para esto debe realizarse una modificación en la ley con miras a no representar una carga para el Gobierno.
¿Qué es el SUIR?
Toda la información del sistema está en el SUIR, una gran plataforma que contiene una base de datos, con una estructura en equipos tecnológicos y software muy importante.
“Esta plataforma tecnológica que utiliza el Sistema Dominicano de la Seguridad Social fue desarrollada en el país por dominicanos”, destaca el tesorero.
Explica que este sistema funciona muy bien, porque han podido hacer sinergia con otras instituciones y “utilizamos nuestra plataforma y base de datos como por ejemplo para las aportaciones que hace el empleador hacia el Infotep”.
Otras de las bondades de este sistema es que también se usa esta plataforma para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de las personas físicas.
Aclara que ellos no reciben el dinero, simplemente se utiliza la plataforma para que los empleadores puedan usar ese recurso tecnológico para los pagos del Infotep y del ISR.
Esta herramienta, explica Sadhalá, ha permitido que las recaudaciones aumenten, por tal razón “en la medida que aumenten las recaudaciones nuestras se incrementan las de otras instituciones, y esos es positivo para todos, para el país, para el trabajador, que también va recibir más dinero”. Añade, además, que no son una simple tesorería para el cobro de la Seguridad Social.
“Somos, además de eso, una institución que por la cantidad de información que poseemos les podemos brindar información a muchísimas instituciones, que a veces lo requieren para investigación”, indica.
Pone de ejemplo a la Oficina Nacional de Estadística, el Ministerio de Economía y asociaciones empresariales, que solicitan información.
