Coma inducido

Coma inducido

Coma inducido

Danilo Arbilla

Hay quienes hablan de crisis, o de una situación de emergencia y otros simplemente de sainete, cuando hablan de lo que sucede en estos días en el seno del Mercosur.

Este martes 23 se reunieron los coordinadores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Estaba invitada Venezuela, pero no asistió.

El tema tratado fue la conducción de la institución hasta diciembre, ocasión en que Argentina asumirá la presidencia pro témpore. Mientras tanto, hasta esa fecha, será el comité coordinador el que manejará todos los asuntos, según lo que sostienen Argentina , Brasil y Paraguay. Estos, por varios razones, han vetado a Venezuela, que era al país al que, por orden alfabético, le correspondía la presidencia.

Entienden que Venezuela no esta habilitada para asumir por no haber cumplido con los protocolos correspondientes para la plena integración. Paraguay ha denunciado además que no cumple con la cláusula democrática (Protocolo de Ushuaia), con lo que también coinciden los otros dos países.

No obstante todo ello Nicolás Maduro, acostumbrado a como se maneja en su país, asumió la presidencia pro témpore. En esto solo cuenta con el acuerdo de Uruguay, quien dice ajustarse a las normas jurídicas, y además sostiene que Venezuela es una “ democracia autoritaria”.

Uruguay, que fue quien de hecho “ entregó” la presidencia pro témpore a Maduro, ha quedado bastante mal parado en todas estas instancias diplomáticas y sobre todo con sus vecinos más cercanos y miembros fundadores de la institución.

En el marco de este tire y afloje, Venezuela convocó a una reunión de coordinación para el miércoles 24 (el día siguiente), a la que solo asistió el representante de Uruguay y uno de Bolivia, país que no es miembro. Bolivia, por ahora es un postulante para integrar el Mercosur, pero mientras tanto, y como ya es habitual , el gobierno de Evo Morales se acopla a cualquier carnavalito bolivariano.

Lo cierto es que no importa mucho – y ya desde hace tiempo- si el Mercosur funciona o no. Pero lo que ocurre en estos días tiene un valor simbólico.

No se trata de la revancha de Paraguay- que desde siempre se opuso al ingreso de Venezuela, la que pudo lograrlo solo cuando aquel fue suspendido en una especie de alcaldada de triste memoria . Se trata de que es la primera vez que una organización internacional cuestiona efectivamente a Venezuela por no respetar los principios y las instituciones democráticas y por violar los derechos ciudadanos.

No es poca cosa. La OEA hasta ahora no lo ha conseguido, aunque, justo es anotarlo, cada vez se acerca más a ello merced los esfuerzos de su nuevo secretario general, el uruguayo Luis Almagro.

Un diplomático experto en el tema me dijo respecto a la situación y “ la salud“ del Mercosur- que “está en estado de coma inducido hasta diciembre”. “En esa fecha asume Argentina y se acabó el problema”, me explicó.

“Mientras tanto, -prosiguió mi informante-, cada grupo se manejará como le parezca“.

“No va a pasar nada grave”, dijo, al tiempo que advirtió “ que de aquí a diciembre en Venezuela pueden ocurrir muchas cosas y entre tantas está previsto que deberá cumplir con el llamado al referendo revocatorio, a través del cual los venezolanos ratificarán y legitimarán al presidente Maduro, o le echarán”.

“Y ahí se acabaron los problemas e inconvenientes y hasta es posible que se le dé un plazo a Venezuela para que cumpla con todas las obligaciones y protocolos”, concluyó.

-¿Y qué pasa si el revocatorio no se convoca o no se realiza antes de diciembre?, le pregunté al experto.
– “También se acaban los problemas: Venezuela seguramente será echada del Mercosur por no cumplir con la cláusula democrática”.

Si eso ocurre –observó- le va a ser muy difícil a los amigos y socios de Venezuela defender a “la democracia chavista“ y a Nicolás Maduro. Y en el Mercosur en particular, Uruguay se la va a ver muy fea para explicar sus tesis de que en Venezuela rige una “democracia autoritaria”.



TEMAS