Posiblemente “sé tú mismo” sea la frase más utilizada en la historia de los consejos, tal vez parezca un dicho vago, pero nunca antes se ha hecho tan necesario dejar de aparentar, de crear fachadas o vestirse del diseño que los demás quieren ver.
Para ser uno mismo debemos de dejar de hacernos cosas a nosotros mismos para poder lograr esas grandes cosas para las que estamos destinados.
Dicen por ahí que todo está escrito y dicho… que no hay nada nuevo bajo el sol, pero sí hay muchas maneras de hacer y decir las cosas.
Hoy quiero compartir una serie de recomendaciones que me han ayudado a ser mejor persona o por lo menos caminar hacia esta meta.
Son comunes, repetidas y las puedes encontrar escritas de mil maneras, pero su esencia y mensaje es el mismo: para que los demás importen, primero debemos importar nosotros.
Comparto con ustedes algunos puntos de mi lista de ejercicios diarios, los cuales trato de poner en práctica cada momento de mi vida:
1. La vida es muy corta para gastarla con personas que absorben nuestra energía y felicidad.
2. No huir de los problemas.
La mejor forma de eliminarlos es enfrentarlos.
3. No te mientas.
La mejor y más difícil de las oportunidades es ser realmente honestos con nosotros mismos y los demás, aunque duela y ellos no lo entiendan.
4. Dejar de aparentar alguien que no eres.
Eso desgasta y recuerda que las personas correctas te amarán por ello.
5. No compres la felicidad. Muchas de las cosas que deseamos son caras, pero las que de verdad nos dan satisfacción son gratis.
Estas reglas de vida son solo algunas de las que nos recuerdan y permiten avanzar en el camino de la vida y disfrutar el paisaje, caernos y volvernos a levantar, pero sobre todo vivir a plenitud, valorar lo que tenemos y a los que están a nuestro lado.