Gran Proliferacion de ventas de Pastelitos en las aceras de diferentes Avenidas del Distrito Nacional. Foto: Elieser Tapia.
Santo Domingo.- La tradicional elaboración y venta de “yaniqueques” han perdido su identidad. De un tiempo a acá, esta crujiente y particular picadera dominicana ha caído en la categoría de “empanada rellena” y al mismo tiempo se ha convertido en una fuente de empleo para centenares de familias.
Salvo en la playa de Boca Chica, donde se comercializa con su estilo similar a un “platillo volador” sin ‘compaña’ alguna, este bocadillo que prolifera en incontables esquinas de la capital, mueve entre quienes se dedican a fabricarlo mil, mil 500, 2 mil y hasta más de 15 mil pesos al día.
Una buena parte de los ofertantes venden el “yaniqueque” original a razón de RD$10 solo, pero cuando es acompañado con queso, jamón, huevo, pollo o una doble combinación de estos ingredientes, el precio varía entre 25,
30 y 40 pesos.
Un negocio formal
Cuando se trata del Palacio del Yaniqueque “Ludovino” (Fernández) en Villa Juana, quien popularizó su venta desde hace 40 años, la oferta varia si el mismo va combinado con cangrejo, camarones y otros mariscos y el costo entonces es de RD$80, 100 y 120 pesos. Gran parte prepara de manera particular su receta, compuesta de harina de trigo, agua, sal, azúcar y aceite, mientras la minoría la adquiere ya lista para amasar.
Una buena parte de los puestos inicia sus labores a partir de las 6:30 y 7:00 a. m. hasta las 11:30 a. m. y unos que otros la reinician a las 4:00 de la tarde hasta pasadas las 8:00 p. m. para obtener más ingresos.
“Vendemos entre 150 y 200 unidades diarias, que equivalen a unos 7 mil pesos”, comentó Domi Encarnación en la calle Rafael J. Castillo con Peña Batlle, en el ensanche La Fe. Ella funge de empleada de su hermano junto a otros empleados, porque el negocio aunque móvil va en aumento.
Al igual que este, Bernardo González ha encontrado su fuente de trabajo en esta actividad, a la que agregan la venta de jugos.
