Santo Domingo.-Del millón 450 mil niños y niñas de cero a cuatro años y medio que tiene el Seguro Familiar de Salud en el Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS), solo diez mil disfrutan del servicio que ofrecen las Estancias Infantiles. De esta cantidad solo 6 mil 100 pertenecen al del Régimen Contributivo.
La razón por la cual una parte de la población infantil en los primeros cinco años de su vida no puede acceder a este beneficio que da la Ley 87- 01, la que crea el SDSS y que se otorga a través del Seguro Familiar de Salud, es por la falta de estructura y recursos económicos.
El sistema a la fecha solo cuenta con 67 estancias infantiles que están en función y 13 más que serán construidas en el segundo semestre del año en curso.
Estas nuevas prestadoras de servicios tendrán la capacidad para acoger 340 niños. Además, se readecuarán tres prestadoras más para aumentar la capacidad de las mismas de acuerdo a la explicación dada por Liliam Rodríguez, directora de Administradoras de Estancias Infantiles Salud Segura (AEISS).
Rodríguez destaca que con la entrada de esos nuevos espacios se les daría un cupo aproximado al sistema de 6 mil 100 nuevos niños a partir del fin de año.
“Para cubrir la población infantil que está en el Régimen Contributivo y el Subsidiado se necesitarían 900 prestadoras de servicios a nivel nacional. Obviamente sin calcular los niños de los trabajadores independientes en nuestro país, porque allí existe una gran cantidad de niños”, indica.
Por el momento el porcentaje de los niños que reciben el beneficio de la formación integral que otorga el Sistema Dominicano de la Seguridad Social es mínimo, dice la funcionaria.
Aunque las estancias existen desde hace 20 años dentro del Instituto Dominicano del Seguro Social como un programa especial, luego con la implementación de la Ley 87-01 sale de esa frontera y se convierte en una prestación del Sistema de la Seguridad Social.
“Lo que la Ley asigna para los servicios de estancias infantiles es pírrico”, dice.
Explica que la cantidad estipulada por la Ley 87-01 “es el punto diez, y eso es la décima parte del uno y con en ese nivel de financiamiento no es posible crecer la ampliación de cobertura”.
La funcionaria prosigue: “Y eso ha impedido que nosotros hayamos podido tener una capacidad instalada de acuerdo a las demandas que existen de los servicios”.
Destaca que por la gradualidad de la ley se empezó con los hijos de trabajadores que tienen los salarios mínimos cotizables.
“Por este concepto lo que se recauda mensualmente por los servicios prestados en las estancias infantiles ronda entre los 24 pesos a los RD$89 por afiliado. Con eso no se puede comprar ni un cuartillo de leche.
Cuando tú sumas lo del régimen contributivo no pasan de 30 y 32 millones de pesos mensuales, con eso, a dónde tú llegas” sostiene.
Agrega que en vista de esa necesidad el presidente Danilo Medida empezó la construcción de las estancias infantiles por parte del Estado dominicano.
Los hijos de trabajadores
Los hijos de los trabajadores del Régimen Contributivo y el Subsidiado son los que por el momento pueden acceder a este beneficio que otorga el Seguro Familiar de Salud.
La población infantil recibe, dentro de esos espacios, un servicio integral, que abarca una alimentación apropiada a la edad, servicio de salud materno-infantil, educación pre-escolar, actividades de desarrollo psico-social y recreación. Desde temprana edad y con un personal adecuado los niños de cero a cinco años van recibiendo formación en diferentes áreas.
Algunas madres, padres y abuelos consultados que tienen su prole en algún centro de estos expresaron satisfacción por la formación que reciben en estos.
“Si escuchas la forma tan correcta como mi nieto de tres años se expresa. Yo me quedo asombrada, porque todo lo que allí le enseñan el se lo dice a su mamá y a mí”, dice doña María de los Ángeles, quien lleva a su pequeño a la estancia “La Milagrosa”, ubicada en el sector Los Mina.
Una de las modalidades de prestadoras de servicios de la AEISS es la de cogestión, que es gestionada de forma conjunta con grupos empresariales y organizaciones sin fines de lucro.
“Todo el que quiera hacer un acuerdo de colaboración y alianza estratégica con estancias infantiles lo puede hacer”, afirma.
Pone de ejemplo que en Santiago la zona franca fue la pionera en dar ese paso en beneficio de sus trabajadores.
Otras modalidades son las subrogadas, aquellas que son contratadas por la administradora cuando cuentan con los cupos requeridos o la capacidad instalada para responder a la demanda en un área determinada, y las propias, que son con las que cuenta la administradora.
La comunidad
Rodríguez dijo que en una comunidad donde se desarrolla una prestadora de servicio dejan un porcentaje para que la comunidad se sienta identificada con la estancia.
Esto significa que el beneficiario debe pertenecer a un tipo de seguro, “pero en el 90 % de los casos se trabaja con niños del régimen contributivo”.
Apunta a que niños de las comunidades donde ninguno de sus padres está cotizando para el sistema, o es informal, son acogidos en esos centros.
Garantiza que la mayoría que conocen lo servicios que ofrecen llevan a sus hijos a las estancias.
Pone el ejemplo de la estancia de ‘La Milagrosa’, rodeada de distintos barrios en la zona oriental, antes de existir ese espacio la gente no demandaba estancias, pero una vez que existe, “ se ha convertido como un oasis en un desierto”.
La funcionaria prosigue que todo el que ha visto cómo es el proceso de desarrollo de los niños y las niñas, “obviamente esa población empuja y demanda el servicio”.
Una provincia que no conocía los beneficios de estancias infantiles era San Juan de la Maguana, narra Rodríguez, al principio hubo timidez pero ahora todo lo que se realiza y se hace en la estancia Amado Juan recibe el apoyo de los lugareños, apunta.