Los ciudadanos holandeses hijos de inmigrantes de otros países podrían perder su nacionalidad si estos deciden optar por adquirir una segunda nacionalidad por origen de sus progenitores (Jus sanguinis), dadas las nuevas reglas existentes en el Reino de los Países Bajos, que aunque están vigentes desde el año 2010, no ha sido hasta ahora cuando salieron al tapete.
De acuerdo a las mismas, este caso no se aplicaría si dicho ciudadano nació en otro país y adquiriera la nacionalidad holandesa, es decir: en este caso estaría aplicando la adquisición voluntaria de una nacionalidad de este país.
Según informaciones, este hecho ha sido de gran preocupación para los ciudadanos de otros países con pasaporte holandé y que han procreado sus hijos en Holanda o en una de sus colonias, como Aruba, Bonaire, Curazao o San Martín, entre otras, que envuelve además a la comunidad dominicana residente aquí.
De la citada situación se hizo eco la señora Marisol Suazo, presidenta de la seccional del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en Holanda, quien teme por la situación de la que pueden ser víctimas sus conciudadanos, haciendo un llamado para que los hijos de los extranjeros en general, especialmente a los de la comunidad dominicana residente en el País bajo, para que presten la debida atención a estas reglas internas que pueden dar al traste con la pérdida de la nacionalidad holandesa, lo que según ella, vendrían a ser hechos muy lamentables para los afectados con dicha medida, las que podrían terminar con la deportación de estos ciudadanos hacia los países originarios de sus progenitores.
De acuerdo a la señora Suazo, la ley contempla que se puede perder la nacionalidad holandesa si al momento de su naturalización el ciudadano cometió algún fraude en el procedimiento, como es el caso de su identidad u otros hechos ocultos, donde el Ministerio de Seguridad y Justicia puede requerir la devolución de la documentación como ciudadano del Reino de los Países Bajos, también si se le declarara culpable de la comisión de ciertos delitos.
De acuerdo a lo expuesto por Suazo, hay que tener mucho cuidado con aquello de la doble nacionalidad, ya que no existe ningún acuerdo que contemple este capítulo; tomando en cuenta que ya han sido conocidos al menos cuatro casos, tres de ellos de personas nacidas en Holanda con padres naturales de la República Dominicana y otro nacido en Aruba, pero también de padres dominicanos.
Según las reglas existentes se debe prestar atención, porque la segunda nacionalidad ya no está contemplada en el registro de población, desde el 6 de Eenero del año 2014, es decir: tampoco tiene valor retroactivo, aunque la persona haya nacido ante de esa fecha sin haberla declarado.
El gobierno holandés quiere limitar la doble nacionalidad para que la situación jurídica ciudadana quede bien expresada, razón por la cual las personas que se han naturalizado están obligadas a renunciar a la nacionalidad de su país de origen, con la excepción de algunos países, tales como: Grecia, Marruecos, etc. etc.
La presidente del la seccional del PRD en Holanda, señora Marisol Suazo, dijo además sentir preocupación por la situación de sus conciudadanos, ya que estos no reciben una adecuada orientación por parte de las autoridades de su país, a pesar de que deberían estar pendientes y así evitar que la diáspora dominicana residente aquí tenga que pasar por situaciones semejantes y tan dolorosas para los afectados por dichas leyes internas.
Por el contrario, aseguró tener informaciones del descuido de la señora cónsul general dominicana en Ámsterdam, María Brazobán, quien continúa expidiendo documentos a ciudadanos que aún desconocen la existencia de dichos reglamentos, tales como pasaportes y también se expide cédula de identidad personal y electoral a los hijos de los inmigrantes dominicanos; porque además la oficina de la Opree funciona en dicha sede consular.
Por último, la carismática dirigente perredeísta hizo un llamado al canciller de la República Dominicana, arquitecto Andrés Navarro, para que tome carta en el asunto, a fin de evitarles este tipo de problema a los ciudadanos integrantes de la diáspora de su país.