Existe dentro del Congreso Nacional un órgano muy importante que se llama comisiones, cuya finalidad es la de asesorar, ayudar en la toma de decisión de los legisladores, por los tantos proyectos legislativos que se dan en distintas áreas del desarrollo de la nación.
Esta ayuda ocurre en varias etapas: en primer lugar, un congresista propone la pieza, luego de una vinculación propia con la sociedad (funciones de representación), aunque puede recibir un determinado proyecto de manera particular de algún ciudadano o institución; en segundo lugar, está la etapa del pleno, que nunca decide sobre un proyecto sin antes enviarlo a una comisión para que el mismo sea ajustado.
Las comisiones son estructuras administrativas dentro de la función de legislar. Están conformadas por un presidente y un vicepresidente; asesores interno o externo; dos secretarias; un revisor y por dos o cuatro mensajeros.
Las comisiones pueden ser o tener carácter de permanentes, especiales, unilaterales y bicamerales.
Las comisiones permanentes son la plataforma política de la Cámara y las designa el presidente de la Cámara; las comisiones especiales, son de carácter investigativo, para asuntos de infracciones, delitos, situaciones, de control interno; las comisiones mixtas o de ambas cámaras suelen servir en intereses comunes; pero sobre todo, las comisiones son de carácter unilateral, en áreas específicas.
Las comisiones son coordinadoras de intereses, moderadores de conflictos; brindan apoyo técnico, pero no elaboran proyectos; son órganos de asesoramiento que, como hemos dicho, ayudan a conformar la voluntad política.
El staff óptimo de una comisión es el siguiente: a) en número; b) en calidades; c) en equidad de género.
La comisión no elabora informes, para ser aprobado, modificado o rechazado, ella sólo debe estudiar los proyectos que compete a la comisión; ese estudio consiste en discutir, analizar y modificar los proyectos que así lo ameriten. Al final debe haber un informe favorable o desfavorable y devolverlo a la consideración del Pleno.
Aquí surge la figura del asesor legislativo, como el especialista que debe apoyar a los congresistas en aspectos técnicos, debiendo investigar y producir estudios para dar más alcance a los proyectos; en cada área en particular debe emitir opiniones profesionales y debe revisar los proyectos de ley, con fines de ajustarlos.
Aunque es vital saber más de la estructura de la coordinación de la comisión en la que funciona el asesor legislativo, están los llamados asesores idóneos, es decir, aquellos que han trabajado muchos años en la institución.
¿Qué cualidades debe tener el asesor técnico? Es obvio que debe ser un especialista del tema, debiendo tener sólida experiencia en investigación, acreditación profesional, capacidad de comunicación, de poder diseñar proyectos (conocimientos técnicos en el área y dominio del idioma inglés); disponibilidad de tiempo y especial habilidad de extraer conocimientos del material que se ha presentado: atraer personas, concitar el interés y trabajar en forma rápida; la humildad y la modestia, son partes del perfil del asesor, así como el ofrecer distintas posibilidades de herramientas.