Quinientos años atrás se inició el movimiento protestante que cambió al cristianismo para siempre.
El 31 de octubre de 1517 Martín Lutero publicó su crítica contra la Iglesia católica y su centro de poder en Roma que lanzó la Reforma.
El ataque de Lutero contra la iglesia tuvo muchas consecuencias, aunque algunas «secuelas colaterales» podrían sorprender a aquellos conocedores del Gran Cisma.
A continuación, te contamos cinco efectos inesperados de esta revolución religiosa.
1. Inclusión de mujeres y homosexuales
Lutero denunció el celibato como una práctica universal para el sacerdocio y se casó con una exmonja, Katharina von Bora, en 1525.
La unión de esa pareja estableció las bases de otros cambios dentro de la propia Reforma.
Denominaciones como la Metodista han ordenado a mujeres al clero por más de 200 años.
Más recientemente, a pesar del clamor de las alas más conservadoras, la Iglesia Episcopal en Estados Unidos empezó a ordenar sacerdotes de la comunidad LGBT.
2. La improbable inspiración al movimiento de derechos civiles en Estados Unidos
En 1934, un pastor estadounidense, Martin King, visitó Alemania para asistir al Quinto Congreso de la Alianza Mundial Bautista, en Berlín.
De vuelta a casa, el pastor optó por añadir Lutero tanto a su nombre como al de su hijo, en homenaje al rebelde cristiano del siglo XVI.
Ese hijo, Martin Luther King Jr., se convertiría en una de las figuras más influyentes del siglo XX, ganador del Premio Nobel de la Paz y mártir en la lucha por los derechos de los afroestadounidenses.
3. El «vínculo nazi»
No es ninguna novedad que el antisemitismo existía en Alemania —y otras partes de Europa— mucho antes del ascenso al poder del Nacional Socialismo. Pero pocos conocen que Lutero plantó las semillas de ese sentimiento en la región que llegó a convertirse en la nación alemana.
Hasta 1536, Lutero había sido un entusiasta de la idea de convertir a los judíos al cristianismo como parte de la Reforma. Sin embargo, fracasó en la misión y su reacción fue la publicación, en 1543, de un tratado llamado «Sobre los judíos y sus mentiras».
El documento de 65.000 palabras denunciaba a los judíos e instaba a su persecución, incluyendo la quema de sus sinagogas y el uso de rabinos para trabajos forzados.
4. Una base para Bach
Como parte de su lista de reformas, Lutero abogó por cambios al oficio de la misa.
Entre otras cosas, quería darle mayor importancia al canto en la iglesia, señalando los coros como parte integral de la experiencia espiritual.
La iniciativa condujo al desarrollo de la música coral en Alemania. Uno de sus mayores exponentes fue Juan Sebastián Bach, que se nutrió de la filosofía de Lutero para componer sus famosas cantatas.
5. «Brexit medieval»
No es sorpresa que Lutero no era una figura de devoción en Roma.
En enero de 1521, el papa León X excomulgó al rebelde monje alemán de la Iglesia católica.
Esa decisión no pudo evitar la propagación de sus ideas por todos los espectros sociales, desde los campesinos resentidos del clero privilegiado hasta los poderosos príncipes alemanes.
Estos últimos estaban ansiosos de desafiar la hegemonía de Carlos V, el monarca del Sacro Imperio Romano, un complejo bloque de territorios multiétnicos en Europa Central.
El Sacro Imperio Romano se dividió a lo largo de líneas religiosas y nacionalistas, que condujeron a conflictos armados como la sangrienta Guerra de los Treinta años (1618-48).
Su desenlace fue la gradual fragmentación del imperio hasta su disolución formal en 1806.