Durante una semana, varias ciudades en Reino Unido han sido escenario de violentos disturbios encabezados por grupos de extrema derecha que lanzan consignas antiinmigrantes e islamofóbicas y atacan mezquitas y hoteles conocidos por hospedar a refugiados.
Las revueltas empezaron tras el asesinato, el pasado 29 de julio, de tres niñas en la ciudad costera de Southport y la propagación de desinformación que atribuía el crimen a un solicitante de asilo.
Miembros de la comunidad musulmana tuvieron que encerrarse en la mezquita de esa localidad mientras agitadores lanzaban bombas molotov y ladrillos contra el edificio.
Según la policía local, 53 agentes resultaron heridos en esos enfrentamientos.
Desde entonces, la violencia se ha extendido por algunas de las principales ciudades británicas, incluyendo Manchester, Liverpool, Bristol, Bolton y Londres.
En la capital británica, por ejemplo, manifestantes antiinmigrantes sostuvieron el pasado miércoles una pancarta que leía: «Ya Basta – Alto a los Botes» en la calle que conduce a la residencia del primer ministro, Keir Starmer.
En los siguientes día, grupos de manifestantes han atacado varios hoteles en localidades del norte de Inglaterra y cientos de solicitantes de asilo hospedados en ellos han tenido que ser trasladados por razones de seguridad.
Uno de los residentes del hotel Holiday Inn Express, en Rotherham, catalogó la experiencia como «absolutamente aterradora», y otros describieron cómo tuvieron que reforzar sus puertas con refrigeradores y muebles para protegerse.
Starmer se refirió el domingo a las revueltas como «matonismo de extrema derecha» y denunció la violencia como un acto organizado que no será tolerado en las calles del país ni online.
Estos son los peores disturbios en más de una década, desde los sucedidos entre el 6 y el 11 de agosto de 2011 después de que la policía matara a tiros a un hombre negro en el norte de Londres.
Entonces la violencia se extendió a varias ciudades, con incendios, saqueos, destrucción de autos, edificios y residencias, y la muerte de cinco personas.
En esta ocasión, la tensión pública no da señales de desaparecer.
El gobierno celebró este lunes una reunión de emergencia con el gabinete ministerial y representantes de la policía.
El Consejo de Jefes de la Policía Nacional djo este lunes que 378 personas han sido arrestadas en esta semana de disturbios.
1. ¿Qué motivó la violencia?
El detonante de los disturbios fue el asesinato de tres niñas de 6, 7 y 9 años, que participaban en una actividad de música y baile en la ciudad costera de Southport, en el noroeste de Inglaterra.
Un adolescente de 17 años entró en el club Hart Space Studio armado con un cuchillo con el que mató a las tres niñas, hirió a otras cinco menores que están en estado crítico y dejó a dos personas adultas también en estado grave.
El ataque desató violentos disturbios de grupos antiinmigrantes en diferentes ciudades de Reino Unido, motivadas en parte por información falsa difundida en las redes sociales que aseguraba que el sospechoso era un refugiado musulmán que llegó al país de forma ilegal en un bote.
Parte de los que salieron a las calles exigían que se divulgara el nombre del acusado, pero la ley británica no permite que se revele la identidad de los menores de 18 años.
Sin embargo, el juez que lleva el caso finalmente autorizó que se anunciara su nombre en aras del interés público para evitar la desinformación, como dijo, y porque el joven estaba próximo a cumplir la mayoría de edad.
Resultó ser Axel Muganwa Rudakubana, británico nacido en Cardiff, Gales, de padres ruandeses.
Está acusado de tres cargos de asesinato, 10 de intento de asesinato y uno por posesión de un arma blanca. Se encuentra bajo custodia de las autoridades y tendrá que comparecer nuevamente ante un tribunal el 25 de octubre.
2. ¿Quiénes están detrás de los disturbios?
Líderes políticos en Reino Unido atribuyen la violencia a la desinformación difundida en las redes sociales y a grupos de extrema derecha que exacerban las tensiones.
Dichos grupos lanzaron mensajes por las aplicaciones Telegram y X en los que exhortaron a sus adeptos a salir a las calles.
La ministra británica de Interior, Yvette Cooper, declaró que hay un «obvio» problema en torno a las redes sociales que, según ella, actúan como «un cohete impulsor» de la desinformación y de los organizadores de esta violencia.
«Las empresas de redes sociales deben asumir alguna responsabilidad; también debemos asegurarnos de perseguir la actividad criminal online», expresó al programa matutino BBC Breakfast.
Las noticias falsas y mensajes contra migrantes y refugiados fomentaron la participación de una gama de grupos e individuos islamofóbicos, incluyendo neonazis y hooligans.
David Miles, miembro del grupo fascista Alternativa Patriótica, compartió fotos de él mismo en las revueltas, según informó la fundación británica Hope Not Hate, que investiga organizaciones extremistas.
También analizaron otras imágenes que mostraron a personas con tatuajes nazis.
Después de los disturbios en Southport, la policía señaló que los simpatizantes de la Liga de Defensa Inglesa, un movimiento conocido por su postura violenta contra musulmanes y migrantes, también participaron.
Las autoridades indicaron que no todos los manifestantes tienen posturas extremas. El secretario de Estado en el Ministerio de Interior, David Hanson, comentó a la radio londinense LBC que algunos participantes simplemente pudieron haberse visto enredados en el desorden, que calificó de «verano de locura».
Añadió que el gobierno no tiene problemas con que las personas organicen protestas pacíficas, pero que cuando se tornan violentas se vuelven inaceptables.
Sus declaraciones también iban dirigidas a las contramanifestaciones que se han dado en algunas ciudades.
En Bolton, en el norte de Inglaterra, por ejemplo, se habló de un grupo de unas 300 personas enmascaradas que se enfrentaron a los manifestantes antiinmigrantes gritando Allahu Akbar, o «Dios es grande».
3. ¿Qué medidas está tomando el gobierno?
El mandatario británico afirmó que «esto no es una protesta que se salió de las manos, es un grupo de individuos que están absolutamente decididos a ejercer violencia».
Después de convocar una sesión especial de urgencia con su gabinete ministerial y jefes policiales, Starmer anunció el establecimiento de una «fuerza activa» de agentes especiales para contrarrestar las protestas violentas a través del país.
También informó que la justicia criminal será redoblada para lidiar con todos los individuos que hasta ahora han sido arrestados y que prevé serán enjuiciados por sus acciones.
Starmer solicitó la identificación expedita de todos los involucrados «que sentirán toda la fuerza de la ley», añadiendo que la ley criminal también se aplicará a los que fomentan los disturbios online.
«No toleraremos ataques a nuestras mezquitas ni a nuestras comunidades musulmanas», expresó el primer ministro. «Todo el peso de la ley recaerá sobre aquellos que han tomado parte en estas actividades».