Cada vez que Clayton Kershaw se trepa a la lomita en el Dodger Stadium, hay una vibra distinta alrededor del estadio. Su combinación de recta-slider es letal para los bateadores y nada emociona a la concurrencia como su curva de 12-6.
Cuando Kershaw comenzó su apertura el martes contra los Mets, todos los presentes sabían lo que sucedería si el zurdo era el lanzador ganador. Le daría a Kershaw 200 victorias de por vida en Grandes Ligas, otro hito en lo que es muy probable sea una carrera Salón de la Fama.
Kershaw no sólo se convirtió en el nuevo miembro del club de las 200 victorias luego de que los Dodgers doblegaran por 5-0 a los Mets, sino que también se aseguró de hacerlo de una manera dominante, ponchando a nueve en siete entradas en blanco.
Kershaw es apenas el tercer serpentinero en conseguir todos sus 200 triunfos con los Dodgers, uniéndose a Don Sutton (233) y Don Drysdale (209). Su porcentaje de victorias de .694 es el mejor entre los pitchers de la Era Moderna con al menos 200 juegos ganados en su carrera, superando a Whitey Ford (.690).
“La meta es ganar. Por eso es que esta noche es verdaderamente genial”, exclamó Kershaw. “Porque es una estadística de equipo, una victoria. Y para mí, haber logrado eso 200 veces es solamente un producto de haber pertenecido a algunos grandes equipos”.
En la séptima, Kershaw selló su actuación ponchando a Tommy Pham para el último out de la entrada, y de paso logró más historia, ya que superó a Mickey Lolich para quedar en la 22da posición de todos los tiempos en la lista de ponches con 2,833.
“Creo que él realmente lo deseaba. Es una gran marca”, dijo el careta de los Dodgers, Austin Barnes. “Obviamente fue una victoria bien importante para él y para el equipo. Doscientos juegos ganados … eso equivale a 10 años de 20 triunfos. Bien difícil de lograr”.
