Redacción deportes.- El Staples Center vivió su primer partido tras la irreparable pérdida del legendario exjugador de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, mostrando, como antes hizo toda la NBA, lo grande que fue para ellos y el mundo del baloncesto.
Fue un noche especial a la que le faltó el broche final, la victoria, lo que más deseaba siempre la “Mamba Negra” cada vez que estaba en un campo de juego.
El triunfo se lo quedó, con todo merecimiento, los Trail Blazers porque tuvieron en el base Damian Lillard a la gran figura del choque por sus 48 puntos y por saber controlar las emociones y las lágrimas que estuvieron durante todo el partido a flor de piel.
El base estrella de los Trail Blazers estuvo imparable toda la noche y se quedó a un rebote del triple doble después de aportar los 48 puntos citados, 10 asistencias y nueve rebotes.
Lillard, con siete triples anotados, guió a los Trail Blazers a la victoria en un ambiente cargo de emotividad y que de alguna manera perjudicó a los Lakers, que lucharon con el trauma afectivo de la tragedia de perder a Bryant, su líder encestador de todos los tiempos, que les dio cinco títulos de liga y el que más partido jugó durante 20 temporadas consecutivas.
Ambos equipos participaron en un homenaje conmovedor a Kobe antes del inicio del partido, que incluyó canciones, vídeos con acciones destacadas del ya mito angelino y un emocionante discurso de la nueva superestrella de los Lakers, que llegó para ocupar el puesto de la “Mamba Negra”, el alero LeBron James.
Lo más destacado de la carrera de Bryant fue el leitmotiv en la pantalla de vídeo del campo en cada descanso, mientras que Lillard fue el que puso la mejor exhibición encestadora y el espectáculo deportivo.
Los siete triples de Lillard le permitieron establecer un nuevo récord en la NBA al sumar 40 en sus últimos cinco partidos, un registro que pasó prácticamente desapercibido porque la noche fue exclusivamente en memoria y homenaje a Bryant.
Lillard también se convirtió en el tercer jugador en la historia de la liga que consiguió al menos seis triples en cinco partidos consecutivos.
Pero Lillard fue consciente que nada de lo que se hiciese en la pista del Staples Center iba a traspasar más allá del elemento estadístico y el darle una importante victoria a los Trail Blazers (22-27), que siguen recuperando el terreno que perdieron el comienzo de temporada de cara a llegar a los playoffs.
Además, el base reconoció después de partido que lo que estaba en juego no era ganar o perder un partido sino estar al lado de todas las familias que perdieron a sus seres queridos durante la gran tragedia ocurrida el pasado domingo.
Junto a Lillard, el pívot Hassan Whiteside también fue decisivo en el juego interior al dominar las acciones bajo los aros y aportar un doble-doble de 30 puntos, 12 rebotes -10 defensivos-, cinco tapones, dos asistencias y dos balones.
El escolta C.J. McCollum acabó con 19 puntos como tercer máximo encestador de los Trail Blazers, que jugaron sin el veterano ala-pívot Carmelo Anthony, amigo personal de Bryant, quien fue baja por “razones personales».
Ante tantas emociones, James todavía tuvo capacidad para aportar un doble-doble de 22 puntos, 10 asistencias y ocho rebotes, en medio de lágrimas y promesas de no olvidar nunca al “hermano” fallecido.
Los seguidores de los Lakers que llenaron el Staples Center no cesaron de entonar el cántico de «¡Kobe! ¡Kobe!” en busca de darle todo el apoyo al equipo angelino. No pudo ser, al final los Trail Blazers fueron mejores, pero James ya dejó muy claro durante el cálido y emotivo homenaje a Bryant, que el espíritu y la memoria de la “Mamba Negra” perdurará para siempre dentro de la “Lakers Naction».