100 mil hectáreas (1.6 millones de tareas) con riego tecnificado es la meta que el presidente Abinader ha establecido en su plan de gobierno para el periodo 2024-2028. Una meta tan retadora como importante.
Esto no es una ocurrencia coyuntural o una simple “promesa”. El riego tecnificado está en los planes del mandatario desde el 2015, cuando elaboró su plan de gobierno con miras a las elecciones del 2016. En el 2020, al asumir la Presidencia de República, instruyó la creación de una entidad especializada en fomentar el riego tecnificado.
Esa entidad, que hoy es una realidad, es una muestra tangible de su compromiso con el desarrollo de un sector agrícola fuerte, rentable y competitivo. La Dirección de Tecnificación de Riego es el inicio de la ejecución de esa trascendente meta que se ha fijado para los próximos cuatro años.
El riego tecnificado permite ahorrar agua, mejorar la productividad, eficientizar costos e incrementar la rentabilidad. Estás 100 mil hectáreas tendrían un impacto en la seguridad hídrica, la seguridad alimentaria, la calidad de vida de los productores, el precio de los alimentos y el desarrollo sostenible de las comunidades rurales.
Esta meta, incluida en el plan de gobierno, responde a la realidad que impone el cambio climático y la oportunidad que tiene nuestro país de convertirse en la huerta del Caribe.
Como dominicano, me llena de esperanza la visión de nuestro presidente; como agrónomo, me llena de alegría que se tome en cuenta el campo dominicano; y como director de Tecnificación de Riego, me siento honrado de la confianza que está depositando en nuestras manos.