10 cosas que las personas autistas quieren que los demás sepan sobre cómo comunicarse con ellos

10 cosas que las personas autistas quieren que los demás sepan sobre cómo comunicarse con ellos

10 cosas que las personas autistas quieren que los demás sepan sobre cómo comunicarse con ellos

Las personas autistas tienen dificultades para concentrarse en un solo sonido, tienden a escucharlo todo sin prioridad.

Comunicar ideas no siempre es fácil. Pero si eres autista, la tarea puede ser aún más difícil.

Nos lo asegura Alis Rowe, autora y emprendedora británica con el Síndrome de Asperger. Ella dice que todos debemos tener en cuenta que «lo que está en la cabeza de otra persona no es lo mismo que lo que está en la tuya».

Es importante, asegura, entender que cada persona tiene su experiencia única en el mundo y estas percepciones diferentes pueden ayudar a que todos se comuniquen mejor.

Rowe tiene 10 ideas importantes sobre los desafíos que enfrentan las personas autistas en situaciones sociales y lo que otros pueden hacer para ponérselo más fácil.

1. Personas diferentes con desafíos similares

Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños en el mundo tiene un trastorno del espectro autista (TEA).

La condición afecta a la forma en que las personas ven, oyen, sienten e interactúan con el mundo que les rodea. Puede hacer que sea difícil hablar con los demás o interpretar las señales sociales y a menudo causa ansiedad.

A muchas personas autistas les resulta difícil filtrar el ruido de fondo en entornos con mucha actividad.

El autismo se manifiesta de manera diferente en cada personas y a algunas les afecta más que a otras. Al igual que en la población en general, algunas personas autistas serán muy extrovertidas y sociables, mientras que otras son más tímidas y retraídas.

Algunos pueden ser incapaces de hablar y prefieren comunicarse a través de gestos o símbolos.

Por tanto, aunque todas las personas autistas tiendan a enfrentar desafíos similares, la forma en que les afecta y sus vidas pueden ser muy diferente.

2. La percepción de los sonidos

Las personas «neurotípicas», es decir, las que no tienen autismo, pueden concentrarse en lo que otras personas dicen durante una conversación porque su cerebro oculta automáticamente otros sonidos.

Pero a muchas personas autistas les resulta difícil filtrar el ruido de fondo, por lo que puede haber otras cosas que compitan por su atención, como el tráfico, la música u otras personas hablando.

Simplemente escuchar lo que alguien está diciendo puede ser un gran esfuerzo consciente; es posible que necesiten concentrarse mucho y pedirle a la otra persona que repita las cosas.

3. Realidades no tan obvias

Las personas autistas pueden no reconocer cosas como el tono de voz o las expresiones faciales pero éstos pueden cambiar el significado de lo que alguien está diciendo.

Por eso muchas veces toman las cosas literalmente y no siempre captan el sarcasmo, las metáforas o los giros inusuales en una conversación.

Pero es importante no dar por hecho que una persona autista no va a entender una conversación con matices: algunas pueden aprender a detectar estas señales, aunque no es fácil.

4. El contexto ayuda

Comprender el significado detrás de lo que las personas dicen puede ser un desafío para las personas con autismo así que es crucial darles un contexto.

Alis Rowe da este ejemplo: si has visto un petirrojo en la playa de Brighton (Inglaterra) y gritas: «¡Guau, mire ese pájaro!» alguien con autismo podría tener problemas para entender por qué es un hecho tan extraordinario. Pero si agregas, ‘Qué extraño es ver un petirrojo al borde del mar’, se darían cuenta más fácilmente de lo que querías decir.

5. Conversar a tiempo

Ya que a las personas autistas les resulta más difícil leer el comportamiento y el lenguaje corporal de los demás, puede ser que no puedan decir cuándo es apropiado comenzar, finalizar o unirse a una conversación.

Invitarlos a contribuir a una discusión y hacer preguntas directas puede ayudar.

6. Una forma distinta de expresarse

Para muchas personas con autismo, hablar requiere de mucha reflexión. Pueden decir la cosas lentamente, tartamudear, hablar con voz monótona, enfatizar partes inusuales de una oración o entrar en gran detalle.

Debido a que estos patrones de habla son desconocidos, las personas neurotípicas a veces se desconectan o malinterpretan lo que se dice. Por lo tanto, es realmente importante dejar espacio para que una persona autista hable y escuche con atención lo que le dicen.

7. Socializar es más difícil

Algunas personas con autismo pueden llegar a ser muy buenas para imitar habilidades sociales comunes. Pero aunque parezcan socializar felizmente, a menudo es un trabajo increíblemente difícil.

Poner pensamientos en un mensaje de texto o un correo electrónico puede ofrecer una forma menos estresante de tener una conversación.

8. Un universo de emociones

Las personas autistas pueden comunicar sus emociones de manera diferente o reaccionar inesperadamente a algunas situaciones porque en realidad están lidiando con algo que no es tan fácil de ver para los demás.

Por ejemplo, Rowe dice que cuando obtuvo buenos resultados en los exámenes para acceder a la universidad, todos esperaban que fuera feliz, pero en realidad estaba preocupada porque eso significaba que tenía que irse de casa y cambiar su rutina.

A veces las personas autistas sienten cosas especialmente fuertes y pueden tener dificultades para encontrar las palabras que expresen lo que sienten. Las imágenes y las preguntas claras pueden ayudar.

9. Repetición

Hay varias razones por las que una persona con autismo puede repetir una palabra o frase varias veces.

Quizás quieran mostrarle a la otra persona que entendieron lo que la otra persona acaba de decir, pero no pueden responder de inmediato; es una táctica para ganar tiempo para pensar.

También puede ser que estén ansiosos y necesiten tranquilidad. O pueden sentir que la pregunta que hicieron aún no se ha respondido por completo.

10. Escribir es una alternativa

Para alguien con autismo, poner pensamientos en un mensaje de texto o correo electrónico puede ofrecer una manera menos estresante de tener una conversación. Les da tiempo para digerir los mensajes, pensar y redactar una respuesta sin la presión de responder de inmediato.

Además puede ser más fácil entender lo que la otra persona quiere decir sin todas las señales sociales adicionales que surgen al conversar en persona.

Pero las personas autistas pueden tener problemas con las conversaciones telefónicas, ya que existe la expectativa de que tengan que responder rápidamente y puede haber ruido de fondo que los distraiga.