Propongo al gobierno que en lugar de un impuesto a las llamadas de celulares, teléfonos residenciales y de oficina establezca un mecanismo mediante el cual vayan a una cuenta especial de financiación al Sistema Nacional de Emergencias 911 la fracción de peso que las telefónicas redondean en su propio beneficio sobre el precio de cada minuto de llamada a través de los celulares o teléfonos residenciales y de oficinas.
Me explico: si el precio del minuto de llamada cuesta, por ejemplo, RD$6.50 y el adquiriente de tarjeta de llamadas o portador de celular o teléfono residencial o de oficina consume en su llamada un tiempo equivalnete RD$6.52 o a RD$6.75, en vez de la telefónica redondear RD$7.00 a su favor el completivo de RD$.48 o de RD$0.25, así sea el caso, esa fracción de peso vaya a un fondo estatal para el 911.
Tocaría a Indotel y a Impuestos Internos establecer los mecanismos de verificación para el debido cumplimiento de la disposición, ya sea por decreto o por ley.
Entiendo que como esta medida no constituye creación alguna de impuesto, la misma podría aplicarse de inmediato, administrativamente o por decreto, mientras se prepara una ley formal.
De esa manera se exonera al ciudadano de ser cargado con más impuestos indirectos y se pone contén a la práctica empresarial de la acumulación originaria de capital en base al denominado redondeo en contra del consumidor, que es una forma descarnada de enriquecimiento.
Los servicios del Sistema Nacional de Emergencia 911, que incluye la seguridad ciudadana y la asistencia que garantiza el Comité de Respuestas a Urgencias y Emergencias en Salud (CRUES) son servicios donde más se puede palpar la equidad entre los ciudadanos, sin importar su condición social ni económica: todos tienen el mismo derecho y reciben la misma atención.
En consecuencia, el 911 necesita ser dotado de sostenibilidad financiera; y de alguna fuente ha de salir la plata. Pero no es justo que cuantas veces el Estado tiene que buscar recursos para costear un servicio social, la fuente automática sea el impuesto indirecto, es decir, al ciudadano.
Entonces, atendiendo a que la fracción de peso no consumida, que es consistentemente cobrada por las empresas de telecomunicaciones y que nunca devuelven a los usuarios, pero que éstos tampoco la reclaman, deben pasar a formar el Fondo Especial de Financiación 911.
Siento que las telefónicas no protestarían tal medida, porque sólo tendrían que entregar fondos que no les pertenecen y que captan cual impuesto que no reportan.