Pierre Cornielle, dramaturgo francés, uno de los mejores del siglo XVII, afirmó que “hay que tener buena memoria después de haber mentido”.
No resulta un buen consejo procurar una salida a una situación complicada a través de una mentira.
Observemos que cubrir una falta con una mentira, es como reemplazar una mancha haciendo un agujero; el mentiroso, en todo momento y circunstancia, ni cree ni es creído.