Hay un refrán que dice, “en pleito de marido y mujer, nadie se debe meter”. Es decir, cuando ha habido afectos o intereses fuertes entre dos personas y se enojan, es mejor no opinar. Sin embargo, quiero hacer un esfuerzo para entender las relaciones entre el exnarcotraficante Quirino Paulino y el expresidente de la República, Leonel Fernández.
Quirino ha dicho que visitaba con frecuencia a Leonel y en cada visita le llevaba un maletín lleno de valiosos recursos para sus proyectos presidenciales y su Fundación Global.
Parecería que sabía que los recursos que Quirino le proporcionó no eran obtenidos por buena lid. Sin vacilar, firmó su extradición a los Estados Unidos, ¡que lo encarcelaran bien lejos!, como quien necesita el ambiente despejado para disfrutar, sin remordimientos, del producto de sus regalos. No tomó iniciativa de castigarlo aquí.
Quirino pasó años en la cárcel, sufriendo por soledad, remordimientos, por su familia desamparada, por el daño social que hizo y observando lo que son capaces de hacer líderes políticos para escalar y mantenerse en el poder.
Le dolió ver a quienes favoreció disfrutando, sin recordarse de su existencia ni tenderle las manos a sus hijos.
Es una espina que tiene en el corazón. Necesita sacársela. Pienso que si Quirino cumplió su condena y su arrepentimiento es sincero, debemos ayudarlo a reintegrarse a la sociedad, a transitar el camino del bien, a evitar recaída.
Por otro lado, las reacciones de Leonel a estas imputaciones han sido desconcertantes.
No ha negado que recibiera esos regalos. Ha declarado que “se siente orgulloso y satisfecho por las acusaciones que ha recibido de Quirino, pues ponen de manifiesto la firmeza con que enfrentó a esos sectores del crimen transnacional organizado, a quienes extraditó en cumplimiento de la ley”.
Se remonta a las Sagradas Escrituras, “Dejen que los muertos entierren a sus muertos”. Leonel, por favor, no deje suelta la interpretación a esta cita bíblica, pues cuando un muerto sale de su tumba y arremete públicamente contra un vivo, más aun líder nacional, es porque el caso es de gravedad.