Tras el tiroteo, Las Vegas busca sanar sus heridas

Tras el tiroteo, Las Vegas busca sanar sus heridas

Tras el tiroteo, Las Vegas busca sanar sus heridas

Los miembros de la Universidad de Las Vegas visitan 58 cruces blancas para las víctimas del tiroteo masivo de la noche del domingo en Las Vegas Strip, justo al sur del hotel Mandalay Bay, el 6 de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada.

Las Vegas.- Apartado de las luces parpadeantes de hoteles y casinos, un pequeño parque de sanación fue abierto en el norte de Las Vegas, como parte de los esfuerzos ciudadanos para sanar las heridas que dejó en la ciudad el fatal tiroteo del pasado domingo.

Uno de los creadores del parque, el paisajista Mark Hamalmann, dijo que se trata de un «jardín del recuerdo», con 58 árboles plantados a lo largo de un pequeño camino pavimentado.

Inaugurado este viernes, el lugar también tiene un gran roble en el centro que representa el «árbol de la vida», mientras banderas estadounidenses adornan una cerca de madera.

«Todo aquí es donado por compañías locales, todos somos voluntarios y es impresionante cómo ha tomado forma», dijo Hamalmann a la AFP, mientras supervisaba la construcción.

En el parque de sanación, explicó, todo el mundo es bienvenido para caminar, sentarse a reflexionar en los bancos o dejar mensajes en la pared de los recuerdos.

 Ethan Avanzino se aflige junto a una cruz blanca por su amigo Cameron Robinson, una de las 58 víctimas del tiroteo en masa de la noche del domingo, en Las Vegas Strip, justo al sur del hotel Mandalay Bay, 6 de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada.


Ethan Avanzino se aflige junto a una cruz blanca por su amigo Cameron Robinson, una de las 58 víctimas del tiroteo en masa de la noche del domingo, en Las Vegas Strip, justo al sur del hotel Mandalay Bay, 6 de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada.

Y si algo está claro es que Las Vegas necesita sanar: 58 personas murieron y otras 500 quedaron heridas cuando el jubilado Stephen Paddock, de 64 años, abrió fuego el pasado domingo contra los asistentes a un festival de música country en la ciudad, poco antes de suicidarse y en un hecho que aún no tiene un móvil claro para los investigadores.

Desde el tiroteo, «no puedo dormir, creo que probablemente es la adrenalina y que todavía no puedo apartar de mi cerebro lo que vi», dice Dori McKendry, conductora de un servicio de transporte que estaba estacionada frente al hotel Mandalay Bay cuando Paddock comenzó a disparar contra la multitud desde su cuarto en el piso 32.

Aún «tengo una sensación mental y emocional de locura», dijo McKendry, quien ha ofrecido transporte gratuito a familiares de las víctimas para ayudarles y a la vez intentar procesar lo ocurrido. Thomas Fadden, quien sobrevivió al ataque, también se dice aún «aterrorizado».

«Un maratón» 

Muchas clínicas en Las Vegas organizaron sesiones de terapia para personas afectadas por el peor tiroteo en la historia reciente de Estados Unidos, incluidos sobrevivientes, familiares de víctimas o cualquiera que padezca ansiedad tras los hechos.

La Universidad de Las Vegas instaló una consulta en el lugar donde se entrenan los estudiantes de psicología.

Algunos de los que buscan ayuda «quieren hablar y compartir», mientras otros «aún no están listos», explica la directora Michelle Paul.

«Lo que tratamos de hacer es trabajar de formar colaborativa con los pacientes e intentar descubrir por ellos qué es lo que les ocurre, normalizar ese sentimiento, y luego también ayudarles a desarrollar estrategias de respuesta positivas», detalla.

Para el psicólogo Daniel Filacora, de la clínica privada Bridge Counseling, hablar de los detalles de una experiencia traumática ayuda a apartar las emociones negativas de lo ocurrido.

«Contar la historia de uno, especialmente en caso de un evento tan dramático, es importante para diferenciar entre lo que realmente pasó y las emociones negativas asociadas», dijo.

Es aún más importante en Las Vegas, una ciudad conocida mundialmente como centro del entretenimiento, donde un ataque contra 20.000 personas que disfrutaban de un concierto es «particularmente traumático», añadió.

«A nivel comunitario, la sociedad está obviamente más traumatizada porque ahora ocurrió aquí», dijo a su vez Paul, recordando otros tiroteos como el que dejó 49 muertos en Orlando en 2016.

Por ello, según la especialista, hacer que la vida vuelva a la normalidad en Las Vegas será «un maratón, no una carrera corta».

Melissa Gerber (L) y Sandra Serralde (R) se sienten cómodas al lado de 58 cruces blancas para las víctimas del tiroteo de la noche del domingo en el extremo sur de Las Vegas Strip, el 6 de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada.

Melissa Gerber (L) y Sandra Serralde (R) se sienten cómodas al lado de 58 cruces blancas para las víctimas del tiroteo de la noche del domingo en el extremo sur de Las Vegas Strip, el 6 de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada.