Santo Domingo.-La reserva de agua para Santiago y para el Gran Santo Domingo es de apenas 80 días, respectivamente, en caso de que no se registren lluvias y se continúe la distribución cotidiana.

Esa situación obedece a que el nivel de la mayoría de los embalses de las presas, entre estas la de Tavera, Bao Angostura y Valdesia, que alimentan los acueductos de estas demarcaiones, es muy bajo.

La misma se debe a la falta de lluvia que afecta el país, la cual ha obligado a los representantes del sector a tomar medidas drásticas con el manejo del líquido.

“Tandeo”

“En estos momentos todos los embalses, excepto Hatillo y Rincón, están por debajo de la cota o nivel mínimo”, proclamó ayer el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Olgo Fernández.

En el caso de la presa de Sabana Yegua, que está en capacidad de almacenar 412 millones de metros cúbicos de agua, la cual es el reservorio más grande del Caribe, en estos momentos apenas dispone de 12.

La situación ha obligado a establecer un “tandeo” o racionalización en más de un 60 y 70 por ciento del líquido, tanto para el regadío como para el consumo.

Ayer se reunió la Mesa Insterinstitucional del Agua que preside el director del Indrhi y que aglutina a la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, el Instituto Nacional de Aguas Potables, Meteorología, las Empresas de Generación Hidroeléctrica, así como la Corporación de Acueducto de Santiago y acordó con el Consejo Nacional de Regantes que se siembre cultivos en septiembre, en vez de hacerlo en junio, porque si no hay agua en la proporción demandada no deben incurrir en préstamos para que no registren pérdidas.

El Inapa ejecuta un plan de contingencia

El Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados, tras exhortar a toda la población a racionar el uso del preciado líquido, presentó un plan de mitigación dirigido a las diferentes provincias para enfrentar la sequía que afecta a todo el país.

Dijo que por este fenómeno se trabaja en la optimización de las obras de toma, rehabilitación, equipamiento y construcción de pozos, y la corrección de averías en diferentes acueductos que se encuentran en muy mal estado, con el propósito de recuperarlas y eficientizar estos sistemas para aportar mayor producción de agua.