Como este es un país donde el día más claro llueve, ahora con la tormenta Isaac, hay que cuidarse bastante para no “empaparse” de pies a cabeza o más allá.
Los fanáticos están pendientes del resultado del combate entre Saúl “Canelo” Álvarez y Gennady Golovkin, que por adelantado fue “superado”, en cuanto al precio de las entradas, por el cantante Luis Miguel, al que ya muchos consideraban que estaba “muerto”.
Las boletas para el show del artista mexicano tuvieron una cotización mayor a las que registran las de la pelea entre Canelo y Golovkin.
Pero hay que resaltar que la mayor cantidad de dinero que producen estos enfrentamiento, es mediante el pago del PPV, que genera aproximadamente el 65 % del total.
Sobre el posible resultado, los expertos están divididos, aunque para un por ciento muy pequeño el kazajo es favorito sobre el mexicano.
En la primera confrontación entre ambos, no me cabe la menor duda, Golovkin salió por la puerta grande, a pesar de que los jueces, todos con una vasta experiencia en campeonatos mundiales, sorprendieron al mundo decretando un empate.
En la segunda pelea, mañana, Canelo obtendría el triunfo si se emplea a fondo para buscar el nocaut antes del sexto asalto.
El entrenador del mexicano sabe eso a la perfección, aunque el manejador de Golovkin, Abel Sánchez, compatriota de Canelo, conoce perfectamente las tácticas que empleará su rival.
Mis simpatías están con el azteca, pero insisto, si no busca el nocaut en la primera mitad de la pelea, es decir, del sexto asalto hacia abajo, le será muy difícil triunfar por decisión, teniendo en cuenta que Golovkin es especialista en la distancia y ha demostrado más resistencia.
Mientras tanto, todos están pendientes de esta pelea, que por los excelentes niveles de promoción y publicidad que se le ha dado se ha colocado este fin de semana como el evento más importante en el mundo del deporte.