Recientemente estuvo en el país Mareet Viskari, experta en educación y formación técnica profesional de Finlandia, uno de los países mejor valorados en el mundo por su exitoso sistema de educación y, concomitantemente, sus altos niveles de desarrollo.
La visitante fue invitada por el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), cuyo director, Rafael Ovalles, no esconde su interés en la atención a uno de los aspectos más vitales para el adecuado aprendizaje: la calidad de quienes tienen la responsabilidad de guiarlo, los formadores.
En aquel momento, Viskari dictó una conferencia magistral sobre “La importancia de la Formación Técnico Profesional en el Desarrollo Económico y Social: Experiencia de Finlandia” y ofreció un invaluable taller para docentes y formadores sobre dinámicas y metodologías innovadoras para el proceso.
Fueron productivas jornadas de trabajo que permitieron que cientos de docentes de la formación técnico profesional y de la misma educación convencional conocieran aspectos puntuales aplicados en el sistema educativo finlandés, que lo diferencian en mucho y positivamente del resto del mundo.
Sin dudas, la República Dominicana vive nuevos tiempos. Antes era necesario asistir a importantes y encumbrados centros de educación, formación y capacitación, nacional e internacional, para estar a tono o actualizado de temas y políticas públicas de otras latitudes.
Ahora, la divulgación del conocimiento lo propician las propias instituciones del Estado, organizaciones mixtas y las de la sociedad civil. Todos muestran un gran compromiso.
La revolución tecnológica que, además, impulsa la globalización y viceversa, facilita el acceso al conocimiento, a las corrientes predominantes del pensamiento político, social y económico, y hasta muestra unas que otras oportunidades que podrían ser aprovechables, en favor de mejoras en la calidad.
El país cuenta con el monto del presupuesto para la Educación que se planteó con la creación de la Ley 66-97 y que por voluntad política y social aplica el gobierno del presidente Danilo Medina desde enero del año 2013, tras asumir por primera vez, en agosto de 2012, la administración pública.
Estos aires soplan a favor de una mejor educación y formación en el país e impulsan el compromiso de incrementar la productividad, la competitividad, así como el conocimiento, la capacidad y la eficiencia en el capital humano.
Probablemente, aprovechándolos, sea oportuno que desde las instancias en las que operan los docentes de cualquier modalidad comiencen también a producirse los cambios que requiere el momento y que espera el país.
“Los docentes deberían usar el tiempo para enseñar a los estudiantes cómo encontrar, interpretar y utilizar la información, en vez, de simplemente presentarla”, expuso en su ponencia la experta finlandesa Mareet Viskari, con el acierto de quien hubiera hecho un levantamiento previo sobre la todavía obsoleta metodología de la enseñanza en la República Dominicana.
Y es que de poco valdrá el aumento presupuestal, que con entusiasmo y compromiso asumió el Gobierno, el desarrollo de las tecnologías, el acceso al conocimiento, el encuentro con todas las líneas de pensamiento, sino se produce un cambio en la metodología para la enseñanza.
Hay que estar contestes en que, realmente, “la clave para una transformación educativa exitosa es el vínculo entre dos estrategias: el desarrollo del docente y el desarrollo del educando”.
Es tiempo de “implementar nuevas formas de enseñanza que reflejen un mundo cambiante”, tan cambiante, como el que vivimos.