En los Estados Unidos, sobre todo, ser en parte nacionalista y en parte globalista es algo natural. Es lo que cabe esperar de un país de inmigrantes.
En un amplio término medio están quienes piensan que la inmigración perjudica a los ciudadanos estadounidenses y debería limitársela, o que ayuda a los ciudadanos estadounidenses y debería expandírsela, o que ayuda a los ciudadanos estadounidenses siempre y cuando se hagan otras cosas, o que es buena para los Estados Unidos si los inmigrantes aceptan los principios fundantes y se asimilan, o quienes no están seguros de nada de eso pero por lo menos piensan que es necesario hacer cumplir las leyes sobre inmigración.