Bloomberg News.-El multimillonario Randal Kirk dice que sus mosquitos genéticamente modificados pueden combatir el virus del Zika mejor que la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los inversores parecen pensar que tiene razón.
Las acciones de su empresa de biotecnología, Intrexon Corp., subieron 73 por ciento desde el 13 de enero, cuando el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos, CDC por la sigla en inglés, sugirió un posible vínculo entre el virus del Zika, que transmite un mosquito, y un problema congénito conocido como microcefalia en Brasil, sede de las Olimpíadas de este año. Dos días después, el CDC emitió un alerta de viaje para las mujeres embarazadas que pensaran trasladarse a Brasil.
Analistas desde Wunderlichn hasta Stifel Nicolaus Co. vincularon el alza de Intrexon con posibles centenares de millones de dólares de ventas adicionales de sus mosquitos en las más de dos decenas de países donde hay brotes importantes de Zika.
Hay más de una forma de combatir el Zika. Intrexon modifica el ADN de los mosquitos macho de modo tal que mueran antes de poder transmitir el virus.
La Agencia Internacional de Energía Atómica –IAEA por la sigla en inglés- de la ONU en Viena, en cambio, utiliza radiación para esterilizar las larvas macho a los efectos de que su progenie nunca cobre vida. La IAEA ofrece su tecnología sin cargo.
Kirk, el máximo responsable ejecutivo y mayor accionista de Intrexon, dice que el método de la ONU no se ha usado en pruebas de campo con el mosquito Adedes Aegypti que transmite el Zika y que su ADN no ha secuenciado para detectar posibles mutaciones. Alrededor del 70 por ciento de los huevos que pusieron las hembras fueron esterilizados en un programa piloto de investigadores brasileños, lo que significa que los huevos restantes podrían tener mutaciones, dijo.
Mutaciones genéticas
“Cuando la gente propone usar una solución que no se ha probado en absoluto, ignora que no hay registro alguno de su bioseguridad”, dijo Kirk en entrevista telefónica.
“Los mosquitos irradiados crean mutantes. Podría haber millones y millones de mutaciones genéticas sin que identificáramos de qué mutaciones se trata”.
La IAEA refuta las afirmaciones de Kirk y dice que su tecnología se ha probado durante 50 años con otros insectos y que ya está lista para que se la aplique a los mosquitos Aedes aegypti que transmiten el Zika y otros virus.
“Al liberar insectos 100 por ciento estériles, nos aseguramos de que no hay progenie y, por lo tanto, tampoco mutaciones”, dijo la IAEA en respuestas por correo electrónico. “No hay problemas para la salud humana ni de bioseguridad”.