París.-Más de 3,7 millones de personas participaron ayer en toda Francia en las distintas manifestaciones celebradas contra los atentados de esta semana.
La protesta más multitudinaria, de entre 1,2 y 1,6 millones de personas, según cálculos provisionales ofrecidos por los medios, tuvo lugar en París, pero el Ministerio no pudo ofrecer una cifra exacta dado que la masiva participación desbordó el recorrido oficial previsto.
En un gesto sin precedentes, El presidente de Francia, Francois Hollande encabezó la marcha junto a casi 50 jefes de Estado y de Gobierno que, durante apenas 200 metros, desfilaron detrás de los familiares de las víctimas de los atentados, que llevaban bandas en la cabeza con el lema “Charlie”.
Muestra del carácter único de esta manifestación fue que caminaron a apenas metros de distancia el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abás, junto a la mayoría de los líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Tras la partida de los líderes internacionales hacia el Palacio del Elíseo, Hollande, un presidente poco popular que sin embargo fue aplaudido a lo largo del recorrido, se dio un emotivo abrazo con el médico y colaborador del semanario “Charlie Hebdo” Patrick Pelloux, que atendió en persona a algunos de sus compañeros y amigos tras la masacre del miércoles.
También participaron en la manifestación los principales líderes de las comunidades musulmana y judía de Francia, que suman cinco millones de personas y medio millón, respectivamente.
El ministerio francés de Interior señaló que la manifestación de París no tiene precedentes pues reunió a entre 1,2 y 1,6 millones de personas.
“El pueblo francés ha aportado hoy la respuesta más bella” contra el terrorismo, afirmó ante una representación de policías y gendarmes el primer ministro, Manuel Valls, que dijo estar orgulloso de la movilización de sus compatriotas.
París, en su opinión, se convirtió ayer en “la capital mundial de la tolerancia, la libertad y la fraternidad”, debido a la presencia de cerca de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno junto al presidente galo, François Hollande.
La respuesta ciudadana en el resto de ciudades del país también fue masiva, con unos 2,5 millones de ciudadanos en las calles.