Si se me retara a que dijera con una sola palabra cuál es la principal característica que ha distinguido a través de los años la vida profesional de Juan Bolívar Díaz, yo afirmaría sin vacilaciones que esa palabra es “coherencia”.
Los miembros del jurado que concedió a Juan Bolívar el Premio Nacional de Periodismo 2014 habrán tenido en cuenta, como es natural, muchos otros elementos de juicio para escogerle entre una docena de nominados, todos ellos con mérito propio.
Porque, además de coherente con sus ideas, sus convicciones y sus actuaciones públicas, Juan Bolívar es un certero analista del acontecer político, agudo entrevistador, documentado investigador, respetuoso de la opinión ajena y valiente defensor de las posiciones en las cuales cree.
No siempre he estado en la misma trinchera de Juan Bolívar, pero sí siempre he respetado sus enfoques, de los que incluso he aprendido mucho.
Congratulo, pues, al colega y nuevo Premio Nacional de Periodismo, así como también a los miembros del jurado que tuvieron el acierto de escoger para este año a un verdadero héroe de la comunicación como lo es Juan Bolívar Díaz.
¡Enhorabuena!