Santo Domingo.-“El temor de ser maltratada y amenazada es horrible. Ves en la prensa las escalofriantes cifras de mujeres muertas a manos de su expareja y te preguntas si acabarás siendo una de ella”.
Con esas desconcertadas palabras Carolina R. describe la angustiosa situación por la que su exesposo la está haciendo pasar, dos años después de haberse separado de ella y volverse a casar.
La madre soltera, de 27 años, dice sentirse “angustiada, indefensa e insegura” porque el padre de su hija de tres años de edad la amenaza con hacerle daño y matar a su nueva pareja si no la abandona.
Su mirada se torna perdida y su rostro refleja tristeza cuando la joven de piel morena, pelo largo y figura curvilínea, se pregunta ¿cómo la persona que amó es capaz de lastimarla y usar a su propia hija para maltratarla psicológica y económicamente?
Carolina, afortunadamente, no ha sido víctima de algo más allá de amenazas, pero su situación es una constante de alarma que llama a preocupación, tomando en cuenta que en República Dominicana 2,074 mujeres han sido asesinadas entre los años 2005 y 2015.
Matan más que el dengue
Las estadísticas de la Procuraduría General de la República dan cuenta de que 1,078 de esas muertes fueron ocasionadas por parejas o exparejas, que normalmente se resisten a perder la mujer que consideran de su propiedad y que dicen amar. Otras 1,091 fueron catalogadas como homicidios.
En 2015 ocurrieron 144 de estos casos, de esos 77 fueron feminicidios, 16 menos que en el año 2014, aunque aun así escalofriante.
“Esto es mucho más que las muertes por dengue, malaria (106 juntas en 2015) u otras enfermedades y apenas un poco menos que las muertes por accidentes de tránsito”, alerta la coordinadora general del Centro de Estudio de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Lourdes Contreras.
En total, el promedio de feminicidios por año es de 207, y el del dengue y malaria menos de 70.
Las cifras de feminicidios colocan el país en el cuarto lugar de 40 países del continente americano donde prevalecen los crímenes contra mujeres, en el cerco doméstico.
Este tipo de violencia es generalizada, si se toma en cuenta que 1 de cada 5 mujeres mayores de 15 años ha sido víctima de violencia física y 1 de cada 10 sufrió violencia sexual.
Guerra “avisada”
Por más absurdo que parezca, casos como el de Carolina no sorprenden y muchas veces pasan como “guerra avisada”, pues este tipo de violencia está normalizado en la sociedad dominicana y se trata como un evento de ocurrencia cotidiana en la escuela, en la comunidad y en el entorno laboral, donde el 31.7 % de las mujeres son víctimas de acoso sexual.
Esta situación ocurre tanto en el sector público como en el privado, refiere un documento del Centro de Estudios de Género del Intec.
Por eso no es de asombrar que el 26% de todas las damas dominicanas entre los 15 y los 49 años, ha sufrido violencia física, y una de cada seis mujeres (16 %) ha sufrido daño físico o sexual de parte de su pareja actual o anterior, afirma la Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa) 2013.
Ese dato aumenta en un 22 % entre las adolescentes; un 14.5 % entre las que no tienen educación y 12.6 % de las universitarias.
Prevención es la clave
Lourdes Contreras afirma que hace falta prevención, empoderamiento de la mujer y más castigo para los agresores.
A su vez, la Procuradora General Adjunta para Asuntos de la Mujer, Rosanna Reyes, aunque reconoce que falta mayor acceso a la justicia, dice que el problema no terminará hasta que se realice una campaña desde el despacho presidencial, que es donde hay recursos.
“El Estado debe realizar una campaña de prevención para que las mujeres y sus relacionados reconozcan las víctimas”, indicó.
Pocas condenas
En 2015, el Poder Judicial emitió 14,620 órdenes de protección hacia las mujeres, desprendidas de casi 75,000 denuncias por maltrato de género, intrafamiliar y abuso sexual. Pero apenas emitieron 200 condenas en el Distrito Nacional. Contreras subraya que el contexto violento contra las féminas es reforzado con la impunidad de la que gozan los agresores “ante la incapacidad ineficiente de la justicia”.
“Sólo un 4 % de las denuncias de violencia doméstica se judicializa y de estas apenas el 2 % obtiene condena”, resalta la dama, que realiza investigaciones sobre el tema y entrena redes de apoyo a las víctimas que se sienten solas.
Carolina es una de esas agredidas que aún no ha puesto una denuncia porque no sabe qué tan eficiente será la Justicia, en caso de que su verdugo se enoje más cuando lo haga.
Tiene dudas de denunciar a su agresor, pero de lo que sí está segura es de que no quiere ser una más de la lista de feminicidios.