¡Inconcebible! ¡Increíble!

¡Inconcebible! ¡Increíble!

¡Inconcebible! ¡Increíble!

Hugo López Morrobel

La gente está en pelota, eso es indiscutible, nadie puede obviar esa realidad.

Sin embargo, el mundo del deporte mueve otros estamentos que deben ser tratados con objetividad y rigurosidad.
Y es que no se puede callar que el Estado dominicano desde hace años invierte millones en construir y restaurar instalaciones que se abandonan desde el mismo instante que se inauguran.

Esto es sencillamente inconcebible en cualquier parte del mundo.

EL denominado Albergue Olímpico es el ejemplo más vergonzoso que se puede exhibir en cualquier país.
Esa instalación se entregó en 1996, exactamente hace 21 años, por el extinto expresidente Joaquín Balaguer.

La lógica indica que debió comenzar a operar de inmediato, dado que esa obra era entonces una “prioridad” de los olímpicos para dar “el empujón definitivo para el desarrollo deportivo nacional”.

Sin embargo, pasó el tiempo, y llegó el deterioro físico normal en cualquier obra que no se utiliza, que se olvida su existencia.

Tras más de dos décadas, 2016, se reconstruyó a un costo superior al original, y de nuevo se argumentó que sería “el mayor paso de avance para la concentración de atletas nacionales, e incluso para alquilarlo” a otros países.

Ya hace un año que se reinauguró y todavía está sin operar, lo que significa que se inició de nuevo otro proceso de deterioro.

Y viendo así las cosas, hay que preguntarse: ¿en qué país vivimos? ¿Cómo la gente soporta tanta inoperancia? ¿Qué ejemplo se está dando a las presentes y futuras generaciones? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué se puede hacer para salir del atolladero?

RADAR.- “El expediente sobre el robo de millones de metros del complejo La Barranquita no ha sido olvidado por la Justicia.

La última audiencia fue el 10 de este mes, y el 14 de febrero continuará”. Esta información de la colega Tessie Sánchez, directora de Comunicaciones de la Procuraduría, es motivo de alegría y satisfacción.



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