Wilfredo Mora
El cable nos ha traído la noticia del día 20 de abril (desde Alcalá de Henares, universidad que es sede del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes), en ocasión de la celebración del Día del Libro, a celebrarse el 23 de abril, que conmemora el fallecimiento del autor de Don Quijote de la Mancha (1616), la primera voz en lengua española.
En esta ocasión el premio es para Eduardo Mendoza Garriga (Barcelona, 11 de enero de 1943). Su trayectoria de escritor, cultivador de la novela y del teatro es maravillosa para los que sigan el ritmo de la buena literatura española e hispanoamericana.
El humor a lo largo y ancho de su producción literaria es su marca distintiva, ya que así lo ha mostrado la crónica noticiosa de la ceremonia en la entrega del premio, que ha hecho gala de algunas de sus frases cómicas, ya célebres; también por lo que han dicho de él, personalidades como Javier María: “Mendoza enseñó a la mayoría de los novelistas que vinieron después qué era escribir con libertad” y la confirmación de Juan Benet, quien dijo: “Mendoza sería un escritor no estrictamente español, sino con lectores extranjeros”.
He aquí, una gran parte de su literatura. En “Una comedia ligera” (1996), novela de corte policial, sobre el asesinato de un hombre con quien el protagonista ha estado la noche anterior y culpan a un delincuente común; “Restauración” (1989), pieza insólita en el teatro hispánico contemporáneo, es la experiencia imaginativa al estilo de Alfonso XII, que en palabras del autor, trata «lo que puede suceder cuando una noche de tormenta provoca encuentros casuales que en el fondo nada tienen de casuales.
“El secreto de la modelo extraviada” (2015), que continúa la serie de novelas policiales, donde la farsa es convertida en apología moral, con el don de la lucidez: “El enredo de la bolsa”, “El misterio de la cripta embrujada”, “El laberinto de las aceitunas” y “La aventura del tocador de señoras”.
Empezó a escribir en 1975, con la novela “La verdad sobre el caso Savolta”, ambientada en su Barcelona natal, “combinando la descripción de la ciudad en épocas anteriores a la Guerra Civil española y en la actualidad”. Ya de maduro, construyó una `realidad bifronte` al referirse a la narrativa de Mendoza y establece una distinción entre sus novelas serias o mayores, y sus divertimentos o novelas menores (LlàtzerMoix).
Su principal género literario es la novela. Eduardo Mendoza ha escrito a lo largo de su trayectoria profesional ensayos y relatos. Con la novela “Una comedia ligera” (1996), se alzó con el Premio al Mejor Libro Extranjero, otorgado en Francia, en 1998, y, en 2010, recibió el premio Planeta por su novela “Riña de gatos. Madrid 1936”. Varias de sus novelas se llevaron al cine en la dirección de Jaime Chávarri y Mario Camus.
También incursiona en el teatro. En 1991, inaugura la obra en catalán Restauraciò en el Teatro Romea de Barcelona. Su adaptación al español se representó un año después en Madrid. Fue traductor de la ONU, y se licenció en Derecho en 1965.
