Recibí del ilustre científico y filósofo escocés de origen español Iñigo Montoya una postal cuyo sello fue matado en Adelaide, Australia: “En la película ‘Back to the Future’ el joven protagonista viaja al pasado y conoce a su madre antes de ella casarse con su padre.
Se plantea la posibilidad de una atracción de ella hacia él, como un Edipo inverso. De darse, y producirse un embarazo, él sería su propio padre.
La paradoja luce imposible si pensáramos en el tiempo sólo linealmente: antes, ahora y después.
Pasado, presente y futuro. Pero si se pudiese viajar en el tiempo, se plantearía que sólo existe el presente, todos los presentes, al mismo tiempo.
El continuo tiempo-espacio sería una mera ilusión causada por nuestros pobres sentidos. Al coexistir simultáneamente todos los presentes, cambia radicalmente el sentido de la culpa y del miedo. Ayer y mañana son realmente hoy, sólo habría una sucesión de ‘ahoras’…”.