Creyentes católicos se congregaron desde tempranas horas de ayer en el Malecón en respaldo a la actividad cívico-religiosa. José de León
SANTO DOMINGO.-Miles de familias marcharon ayer por el Malecón de Santo Domingo al participar en la séptima versión de la tradicional concentración en favor y defensa de los valores familiares.
La caminata “Un paso por mi familia” se celebró de manera simultánea en diez de las once diócesis del país, bajo el lema “Fortalecidos en la eucaristía, salvemos las dos vidas”.
Durante la actividad de Santo Domingo se hizo énfasis en la necesidad de un marco legal que garantice los derechos fundamentales de las personas, evitar la violencia individual, social e intrafamiliar.
Al ofrecer la homilía durante una eucaristía realizada en el parque Eugenio María de Hostos, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, Jesús Castro Marte, señaló los principales males que afectan a la sociedad, advirtiendo que “la ideología de género es una bomba de tiempo que destruye la familia dominicana”.
Castro Marte explicó que el desempleo y el aborto son otros males que afectan la sociedad, por lo que pidió que se apruebe el código que lo penalice, por lo que llamó a los congresistas a no olvidarse de los niños por nacer, ya que estos no tienen voz.
“Pedimos al Gobierno y al Congreso de la República, que reiteradamente expresan su compromiso con los pobres, la justicia, los derechos humanos y la inclusión social, que no se olviden de los niños por nacer de República Dominicana, que de entre todos los pobres son los más pobres, porque ni siquiera tienen voz para defenderse”, agregó.
“Los niños y las niñas no están solos, esta sociedad está gritando. Luchemos por la vida del niño y luchemos por la vida de la mujer”, dijo Castro Marte quien presidió la eucaristía junto a obispos, sacerdotes y diáconos.
Además, señaló que la corrupción es un cáncer que ha corroido a las familias tradicionales y citó las principales problemáticas que enfrentan estas a nivel mundial, que son el drama de la soledad, la crisis en el amor entre hombre y mujer, violencia contra la infancia, falta de ejemplos y oportunidades para los jóvenes, violencia contra la mujer, corrupción humana y falta de valores.
Concentración
La caminata en favor de la unidad de la familia partió a las 9:30 de la mañana desde la intersección de las avenidas George Washington y Abraham Lincoln. El inclemente sol no fue obstáculo para que adultos, jóvenes y niños caminaran con pancartas y mensajes alusivos al amor y la paz.
Durante la marcha, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Ramón Benito Ángeles, señaló que “la misión de este acto multitudinario es rescatar los valores y reconstruir las familias ante elementos contrarios a los que establece la fe cristiana, como son el aborto, el crimen, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la violencia en todas sus formas”.
Ángeles pidió, además, el rescate de la sociedad a través de políticas en favor de salvar a los ciudadanos que sufren en la pobreza.
“Hay que salvar la dignidad de hombres y mujeres que quieren una sociedad armónica, integrada y responsable, por eso comencemos a salvar la vida de los inocentes y de los más desprotegidos de nuestra nación dominicana; hay muchos sectores pobres y marginados que necesitan de políticas que contribuyan al desarrollo humano, digno de cada familia de la geografía nacional”, manifestó mientras conducía a los feligreses hacia el parque Eugenio María de Hostos, donde fue realizada una eucaristía.
La actividad cívico-religiosa culminó pasado el mediodía en el parque Eugenio María de Hostos con un evento artístico, seguida por una eucaristía presidida por el obispo auxiliar monseñor Jesús Castro Marte.