¡… de espanto y brinco!

¡… de espanto y brinco!

¡… de espanto y brinco!

Bienvenido Carmona

Si le hacemos caso al dicho de que “la cosa no es como comienza sino como termina”, entonces los directivos de ABADINA, con el enllave José Patricio Monegro a la cabeza, deben estar contentos…

Porque la serie regular del basket capitalino fue floja en asistencia de público, pero la final fue “de espanto y brinco”…

¡Cuanta gente!… Fue una final buena y reñida, porque a pesar de terminar 4-2, fue más apretada de lo que dice ese número…

Y del sexto juego ni hablar: tenía nerviosos hasta a los que no son de ninguno de los dos equipos: dos tiempos extras, casi tres, el Pabellón hasta reventar, nervios hasta comerse las uñas, en fin, una final con el entusiasmo de antes…

¡Salve José Rafael Barias por la corona, salve Mauricio Báez por ser tan digno rival!.. ¡Pssss, aquí entre nosotros, que no se entere nadie más, les cuento que cuando sonó la chicharra indicando el final del partido, que era lo mismo que el título para el Barias, aunque nadie lo pudo ver en televisión porque los camarógrafos “abrieron gas”, en el Pabellón se “celebró” en grande al “estilo México”, con la diferencia de que los mexicanos lo que tiran hacia arriba son los sombreros, ahí se tiraron todos los vasos y botellas que habían en mano!…

Y muchos me decían que “eso es entendible”, dizque porque si la final terminaba tan tranquila como se había desarrollado, entonces “esto no sería baloncesto superior”… ¡Santo, que teoría!…

La esposa de Chávez Junior jura y perjura que a su marido lo enceronaron y le robaron un reloj de 40 mil dólares y un cheque de tres millones… ¡Sopla!.. Mientras, amigos íntimos dicen que fue un extravío momentáneo, ya que lo que pasó fue que se lo guardaron porque un grupo de fans querían retratarse con él a sola… ¿Qué porqué no se retrataron en público? Oh, porque las 8 estaban en pantaletas… ¡Ay, lo dije!



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