Esta semana, el ex presidente Hipólito Mejía solicitó mediante carta escrita al Dr. Leonel Fernández, que explicara al país los ostentosos bienes y la bonanza que exhibe la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).
Me resultó interesante la retroalimentación de todos los ángulos: peledeistas, comentaristas, perremeistas, “imparciales”, etc.
Los principales comentarios fueron:
¿Por qué lo cuestiona ahora?
Oh, ¿pero y la queja no es que no se le hace frente al gobierno? ¿Acaso no es Fernández un posible candidato presidencial?
Más aun, en política no existen tiempos perfectos, sino que los momentos precisos para actuar se desencadenan a medida que se dan los hechos.
El ejemplo perfecto que uso siempre es el de Ramón Alburquerque, quien en un momento de atropello, en vez de acobardarse, se inmortalizó con la frase “entren to coño”, vulgar quizás, pero un detonante de ira que concentró a los perredeistas y que luego ayudaría a conquistar el poder en el año 2000.
Hipólito le ha reclamado a Leonel varias veces, y actúa esta vez porque lo considera correcto en el tiempo político más allá de la validez del reclamo, eso lo decide él y sus estrategas, usted que lo cuestiona, no ha llegado a ser presidente.
¡Pero a Danilo no lo toca!
Falso. Sin embargo, a esta pregunta se ajusta la respuesta anterior.
Debería callarse y explicar las casas de San Cristóbal y Jarabacoa.
Hipólito Mejía era una persona de buena posición económica antes de ser Presidente, yo siempre cuento que cuando lo conocí, antes de que soñara con ser presidente, andaba manejando ya una yipeta Land Cruiser, Leonel, que yo sepa, tenía un cepillo Volkswagen.
Y ahí es que está el problema, tener dinero antes no es excusa válida para exonerar a alguien, pero no haber tenido los recursos que ahora se exhiben luego de pasar por el estado, no concuerda.
Nadie con peso moral ha acusado a Hipólito de ladrón, solo un gallo loco aquí o allá. A Leonel, desde lazos con narcos (Quirino) hasta su condición de padre (dijo que era su hijo) del desvisado Félix Bautista y de la alcancía Díaz Rúa, lo ponen en el centro de cualquier sospecha, y créanme que estoy siendo cauto.
¿Y la PEPECARD?
Busquen los archivos de la época, se supo de la misma, Hipólito enfrentó a Pepe, este aceptó su culpa, fue destituido, estuvo preso, cumplió su pena y listo.
Eso es lo que mandan las leyes, el que se equivoca paga por ello, terminada su condena, termina todo.
De hecho, ¿no es eso lo que queremos todos para los sinvergüenzas que gobiernan RD? Y esta pregunta me lleva a lo más importante que pude leer entre las reacciones.
Hipólito que no hable que él no va.
Nadie, absolutamente nadie, puede predecir quien será el candidato que representará a la oposición en el próximo torneo electoral. En forma individual, descalificar a Hipólito es torpe, porque sea con él o con otro candidato es que se va a enfrentar a los peledeistas ¿que si es él usted no va a votar? pues permítame decirle que es usted un idiota.
Idiota, porque solo uniendo todas las fuerzas posibles habrá un ápice de posibilidad de derrotar al PLD. La oposición toda junta no tiene ni una fracción del poder o el dinero que han acumulado los peledeistas desde el estado, y comenzar a disgregar porque este o aquel no me gusta, seria y ha sido la torpeza más grande de todo aquel que ha deseado un cambio.
Hipólito, candidato o no, es crucial, ¡entiéndanlo, crucial!
El ejercicio es sencillo. ¿Qué usted prefiere? ¿Que gente que no tiene freno, contrapeso alguno y que ha entendido que el estado les pertenece, continúe gobernando?
El PLD no pierde en las urnas, el PLD pierde solo si es noqueado, y eso es más que votos y amerita muchas líneas, algunas en privado.
Así que la próxima vez, antes de dejarse llevar por pasiones, piense políticamente, que eso es lo que hacen los adversarios y por ello tienen ya 20 años gobernando.
Bien hecho por Hipólito.