Cuando Adrián Beltré llegó a los Vigilantes antes de 2011, había mucho escepticismo de los aficionados.
Beltré había firmado contrato multimillonario por seis campañas a los 32 años de edad y su promedio de bateo ni siquiera se acercaba a .300 en cinco de las seis temporadas, cuando jugó para los Marineros en el Oeste la Liga Americana.
Además, todos sabían en Arlington que Beltré llegaba para reemplazar en la tercera base a uno de los más consentidos por los aficionados en la historia de los Rangers, Michael Young.
Poco más de cinco temporadas después, Beltré es la insignia del equipo, dentro y fuera del terreno de juego.
Y, a sus 37 años, le dieron extensión contractual para que esté con el equipo al menos hasta el final de 2018. Beltré es todo un niño mimado en Texas.