Autocritiquémonos

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Autocritiquémonos

Hace cuarenta años fui reportero en el Palacio Nacional del que entonces era el principal diario. Veteranos curtidos en lides políticas practicaban el llamado “pack journalism”, compartiendo entre sí las noticias.

Rompí el esquema dando “palos”, logrando crónicas exclusivas.

Por llanero solitario, recibí mis palitos de los reporteros de periódicos competidores. Camarón que se dormía despertaba sancochado. Al caballeroso presidente Guzmán le disgustaba mi intensa persecución de declaraciones suyas.

En la inauguración del edificio de la Casa Haché en Santiago, un 30 de marzo, un espaldero suyo, subjefe del DNI, me agredió a golpes y al devolverle una trompada se armó una tángana.

No hay que llegar a esos extremos, pero si un Presidente o ministro no quiere responder a los periodistas, hay que ver cuánto esfuerzo hacen estos por cumplir su misión preguntando.

Recordé esto por quejas ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) por una alegada poca disposición de funcionarios para ser entrevistados. ¡Caray! ¡Cuánto ha cambiado esta historia! ¿Puede cualquier gobierno ser responsable por la desidia de periodistas?



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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