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SANTO DOMINGO.-“Heey, son cincuenta…”. Esa es una de las tantas y sorpresivas “sentencias” que reciben a diario conductores de vehículos al hacer uso, y posteriormente marcharse, de los estacionamientos a la libre en aceras y calles de la capital, sin haber un preacuerdo o letrero que indique el precio por uso de esos espacios de dominio público.
El oficio de los “parqueadores” ante el caos vehicular y la falta de aparcamientos en los espacios urbanos se ha convertido en un “acoso” frecuente para quienes tienen que visitar zonas concurridas a gestionar servicios.
