Santo Domingo.-Como si se tratara de los únicos en el mercado, desde su llegada al país en 2002 la constructora brasileña Odebrecht ha tenido bajo sus manos las principales obras de desarrollo nacional, que le han costado al país cerca de US$5,000 millones en tan solo doce años.
Fácilmente la constructora logró desplazar a su principal competencia, la también brasileña Andrade Gutiérrez y otras compañías locales, quedándose con las construcciones de carreteras en el Distrito Nacional y las regiones, Norte, Sur y Este, consideradas fundamentales para el crecimiento económico del país.
La diversidad de la multinacional en suelo dominicano no se queda ahí, por lo que ha construido hidroeléctricas, importantes acueductos y las cuestionadas plantas de Punta Catalina que se encuentran en ejecución.
¿Cómo llega al país?
En el primer gobierno de Leonel Fernández, 1996-2000, el entonces director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), Freddy Pérez, firmó un contrato con el grupo Andrade Gutiérrez para la construcción del acueducto de la Línea Noroeste; sin embargo, el proyecto no obtuvo la aprobación en el Congreso, como estable la ley.
La mayoría opositora del Partido Revolucionario Dominicano engavetó la obra alegando problemas con el financiamiento.
Mientras esto ocurría en el ambiente local, Odebrecht había manifestado intereses en insertarse en el Caribe y muy especialmente en República Dominicana, un país en crecimiento, pero carente de modernas infraestructuras.
Cuando Hipólito Mejía llegó al poder en el año 2000 retomó los planes de construir el acueducto y llamó a una licitación que fue “ganada” por Odebrecht, convirtiéndose en la primera obra desarrollada por la brasileña en el país.
Esa construcción inicial fue seguida de cerca por Ángel Rondón, quien desde 2001 es representante comercial de Odebrecht en el país.
El inicio de la obra coincide con el primer año en que la compañía comenzó a dar sobornos a funcionarios en República Dominicana a cambio de contratos multimillonarios, según admitió la propia empresa en diciembre del 2016.
La obra entre PRD y PLD
El gobierno de Hipólito Mejía empezó la construcción del acueducto con un presupuesto que sobrepasada los RD$2,800 millones (unos US$161 millones en esa época), quedando avanzada en un 80 % en 2004, pero al final del proyecto, inaugurado en 2007 por el expresidente Leonel Fernández, el presupuesto ejecutado se estimó en US$382.5 millones, lo que evidencia que el 20 % restante fue mucho más costoso que todo lo ejecutado anteriormente.
Tras revelar estos datos, el exdirector de Inapa en el gobierno del PRD, Roberto Rodríguez, dijo que se desvincularon del proyecto desde agosto de 2004.
Festín de contratos
El “éxito” de la primera obra ejecutada por Odebrecht en el país marcó el inicio de un festival de proyectos que le fueron adjudicadas en los gobiernos de Leonel Fernández, siendo Danilo Medina secretario de la Presidencia y Víctor Díaz Rúa secretario de Obras Públicas.
No bien Fernández regresó al poder en 2004, cuando dio el primer picazo para la construcción de la hidroeléctrica Pinalito a cargo de Odebrecht, que terminó con un presupuesto de US$300 millones.
En los ocho años siguientes que estuvo al frente de la administración pública se entregaron más del 50 % de los proyectos multimillonarios que ha tenido la constructora, aunque los más altos han sido rubricados en el gobierno de Danilo Medina.
En su primera década de presencia en el país ninguna otra multinacional de su rama había construido tantas obras, al punto que se promediaban en US$180 millones los contratos por año.
El gigante brasileño ha incidido en obras suntuosas construidas en 14 de las 32 provincias del país.
El de menos presupuesto fue de US$76 millones, correspondiente a la Circunvalación de La Romana.
