Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, definió hoy el acuerdo alcanzado con Irán sobre su programa nuclear como una “oportunidad histórica para un mundo más seguro”, y pidió al Congreso que evalúe el pacto “basándose en los hechos y no en la política».
Obama también quiso dejar claro que el acuerdo no es el preludio de una normalización de relaciones con Irán ni de una cooperación formal en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), pero Estados Unidos sí espera poder “incentivar” al Gobierno iraní a “comportarse de forma diferente en la región».
El mandatario hizo ese análisis durante una conferencia de prensa centrada en Irán, un día después de alcanzarse el acuerdo entre el Gobierno iraní y las potencias del Grupo 5+1 (EE.UU., Reino Unido, Francia, China y Rusia más Alemania).
“Tenemos una oportunidad histórica para perseguir un mundo más seguro, una oportunidad que podría no volver a presentarse en nuestras vidas”, dijo Obama a los periodistas en la Casa Blanca.
El Gobierno de Obama comenzó hoy su campaña para “vender” el acuerdo alcanzado con Irán al Congreso estadounidense, que tiene 60 días para revisarlo y a continuación tiene la opción de votar, previsiblemente en septiembre, sobre si aprueba o no el acuerdo.
Si una mayoría de dos tercios vota en contra del acuerdo en ambas Cámaras, podrían dejar sin validez el veto que Obama ha prometido ejercer contra cualquier legislación que amenace el pacto con Irán, por lo que el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, se reunió hoy con demócratas en el Congreso para disuadirles de apoyar esa estrategia.
Obama dijo que espera que el debate sea “robusto”, porque este es “un asunto importante”, e instó a los legisladores a evaluar el acuerdo “basándose en los hechos, no en la política”, en la “especulación” o las “presiones».
El presidente reconoció que ha visto muchas críticas al acuerdo, pero hasta ahora “nadie ha presentado una alternativa” a un pacto que respalda “el 99 % de la comunidad internacional».
También aseguró que “no es verdad” que, si el Congreso de EE.UU derrumba el acuerdo alcanzado con Irán, el país vaya a poder “mantener las sanciones con el mismo vigor y eficacia que ahora».
“Sin un acuerdo, el régimen internacional de sanciones se deshará, con poca capacidad de volver a imponerlas”, garantizó.
“Sin un acuerdo, nos arriesgamos a todavía más guerra en Oriente Medio y otros países en la región se sentirían forzados a perseguir sus propios programas nucleares, amenazando con desatar una carrera de armas nucleares en la región más volátil del mundo”, agregó.
Además, afirmó que, incluso si Irán decide “dentro de 12, 13 o 15 años” que quiere conseguir un arma nuclear, el presidente de EE.UU. estará entonces “en una posición mucho más fuerte” que ahora para responder a ese problema, gracias al acuerdo alcanzado el martes.
Obama también respondió a las críticas de quienes le acusan de haber abandonado a los tres estadounidenses encarcelados en Irán por cargos que EE.UU no considera válidos, además de al exagente del FBI Robert Levinson, que desapareció en ese país en 2007.
“Nuestros diplomáticos están trabajando diligentemente para que sean liberados”, indicó Obama, pero explicó que, si Estados Unidos hubiera incluido ese tema en la negociación nuclear con Irán, los iraníes podrían haber tratado de lograr “más concesiones».
Respecto a la relación entre Estados Unidos e Irán, Obama descartó que su Gobierno vaya a restablecer “en un futuro cercano» los lazos diplomáticos con Teherán, rotos desde 1980.
“Podemos continuar teniendo conversaciones con Irán que les incentiven a comportarse de un modo diferente en la región, ser menos hostiles y más cooperativos, pero no contamos con ello”, dijo.
“Así que este acuerdo no está supeditado un cambio en el comportamiento de Irán”, añadió, y subrayó que Estados Unidos sigue preocupado por las actividades iraníes de apoyo al terrorismo.
Por esa misma razón, Obama afirmó que no prevé que Estados Unidos vaya a suscribir “una serie de acuerdos formales con Irán” sobre la campaña contra el EI, un área donde muchos expertos apuntaban a un posible acercamiento después del acuerdo nuclear.
Respecto a Siria, Obama reconoció que su guerra civil no podrá resolverse sin la aportación “de los rusos, los iraníes, los turcos y los aliados del Golfo” Pérsico, que deben ponerse de acuerdo en la necesidad de una salida negociada.
Tras la conferencia de prensa de Obama, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, reiteró la opinión de parte de la oposición de que el acuerdo nuclear “fracasa a la hora de prevenir que Irán obtenga un arma” atómica.