Nueva York.-Como parte de una carrera que lo llevó hasta el Salón de la Fama del Béisbol, hay dos temporadas en las que Pedro Martínez fue casi intocable: 1999 y 2000.
El as dominicano ganó el Cy Young de la Liga Americana en su segundo y tercer año con los Medias Rojas de Boston, club con el que acumuló marca de 41-10, con 1.90 de efectividad y 597 ponches.
¿Cuál fue la clave? Su hermano Ramón.
Martínez, quien el 26 de julio se convertirá en apenas el segundo pelotero dominicano con una placa en Cooperstown, dijo que la presencia de su hermano mayor con los Medias Rojas fue crucial para ayudarlo a tener las dos mejores temporadas de su carrera. “Esas dos temporadas era como si Ramón fuese otro coach de pitcheo”, recordó Martínez el jueves en una conferencia telefónica. “Corríamos juntos, entrenábamos juntos.
Esos fueron mis dos mejores años porque Ramón estaba allí”. Ramón, cuatro años mayor que Pedro, fue fichado por los Medias Rojas en 1999, una temporada después que el equipo adquirió a su hermano más joven en un canje con los Expos de Montreal.
Ramón fue un buen pitcher y lanzó en las mayores durante 14 temporadas, incluyendo esas dos con Boston, aunque nunca alcanzó el estrellato de Pedro, quien se unirá al pitcher Juan Marichal -exaltado en 1983- como los únicos dominicanos en el Salón de la Fama.
“Pude escuchar a Ramón, aprender de sus conocimientos”, agregó Martínez. “Ramón fue la clave”.
Dijo que como nuevo miembro de Cooperstown, se considera un ejemplo para sus compatriotas dominicanos.