Madrid.- La obesidad, que ya se sabe que puede reducir la supervivencia en algunos tipos de cáncer, podría explicar la falta de eficacia de los inhibidores de la angiogénesis en el tratamiento del cáncer de pecho, según un estudio que publica hoy Science Translational Medicine.
La terapia antiangiogénica busca interrumpir el proceso por el que un tumor crea vasos sanguíneos, lo que le permite seguir creciendo.
El estudio del estadounidense Hospital General de Massachusetts (MGH), en Estados Unidos, describe, por primera vez el descubrimiento de que la “obesidad y los factores moleculares relacionados con esta parecen inducir resistencia a la terapia antiangiogénica en pacientes con cáncer de pecho y en dos modelos de ratones».
Además, el estudio da detalles sobre los factores específicos relacionados con la obesidad que subyacen en esa resistencia al tratamiento y ofrece potenciales estrategias terapéuticas para vencerla.
Los resultados clínicos y preclínicos indican que “la obesidad estimula la resistencia a la terapia antivascular con factor de crecimiento endotelial en el cáncer de pecho con la producción de varios factores inflamatorios pro-angiogénicos, dependiendo el subtipo de cáncer, indicó Joao Incio, autor principal de estudio.
El experto consideró, en un comunicado, que “tomar como objetivo esos factores de resistencia puede reactivar el uso de la terapia antiangiogénica en el tratamiento del cáncer de mama».
Casi un 70 % de las pacientes con cáncer de pecho tienen sobrepeso u obesidad en el momento de diagnóstico, según los datos que maneja la universidad estadounidense, y los tumores de mama se sabe que contienen un proporción significativa de tejido adiposo (grasa).
El equipo analizó estudios clínicos de 99 pacientes tratadas con un medicamento para la terapia antivascular con factor de crecimiento endotelial, primero por sí solo y luego combinado con quimioterapia, y el resultado fue que ese tratamiento solo beneficiaba a una “pequeña” parte de las enfermas.
Los casos estudiados revelaron que las participantes en el estudio que tenían un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más (sobrepeso u obesidad) padecía tumores que en el momento de ser diagnosticados eran, como media, un 33 % más grande que las mujeres con menos IMC.
Incio indicó que “este es el primer estudio en el que se propone que los indicadores como el índice de masa corporal puede ayudar a personalizar la terapia antivascular con factor de crecimiento endotelial».