“Dame el celular y desbloquéalo rápido”

“Dame el celular y desbloquéalo rápido”

“Dame el celular y desbloquéalo rápido”

Santo Domingo.-Eran las 10:30 de la mañana cuando la periodista Virginia Pichardo realizaba su trabajo de investigación para un reportaje del periódico EL DÍA.

De repente, como salidos de la nada, aparecen dos hombres, un dominicano y un haitiano, y uno de ellos le ordena: “dame el celular y desbloquéalo rápido”.

Puñal en manos

Un puñal en la manos y una voz intimidante fueron las armas que utilizaron los desaprensivos que se dan a la tarea de asaltar a los transeúntes en la esquina de la avenida Abraham Lincoln, cerca de la estación Pedro Mir del Metro de Santo Domingo.

“Realmente me sentí atemorizada y creí que no lo contaría”, dijo la periodista, que no puede evitar ponerse nerviosa mientras recuerda ese momento que para ella fue “terrible”.

Los carros pasaban y los transeúntes miraban, pero ignoraban la situación en la que ella se encontraba, mientras que los ladrones actuaban como profesionales, sin nerviosismo y aparentemente sin ningún temor a ser vistos.

Cero vigilancia

A pesar de ser una de las intersecciones más concurridas, en pleno polígono central de Santo Domingo, a escasos metros de una de las paradas del Metro, no había ni un solo agente policial a la vista, por lo que los delincuentes actuaron con libertad.

“Tenían una conversación entre ellos y el que era de nacionalidad haitiana le decía entre creole y español al dominicano algo que no logré escuchar, pero que me asustó, yo los miré y desbloqueé el celular como me lo pidieron bajo amenazas.

Sin mediar palabras el dúo se fue y me dejaron sin celular y con los nervios de punta”, narra Pichardo con impotencia.

No es la primera vez

Reporteros del periódico EL DÍA han denunciado más de una vez a la Policía esta ola de atracos que se está dando en el referido lugar, situación que requiere de un mayor patrullaje en la zona.

Sin embargo, la vigilancia fue retirada a poco tiempo de ser implantada, por lo que sin hora ni lugar los delincuentes cometen sus fechorías.