Sepelio de Imbert Barrera,fue velados con honores en la catedral y sepultados en el cementerio Puerta del Cielo,en la foto eel presidente Danilo Medina acompaña a la esposa en la catedral/foto Jose de Leon
Santo Domingo.-Con honores militares de estilo correspondientes a su investidura de general vitalicio y la presencia de familiares, amigos y funcionarios, le fue dado el último adiós al que era el único sobreviviente de los siete hombres que hace 55 años ajusticiaron al dictador Rafael Leónidas Trujillo, en lo que se conoce como la “Gesta del 30 de Mayo”.
A las 8:40 de la mañana la pareja presidencial, Danilo Medina y Cándida Montilla, acudió a la Catedral Primada de América, donde se realizó la ceremonia de duelo correspondiente, para dar el pésame a los familiares. Allí la Primera Dama ofreció palabras de aliento a doña Giralda Busto, viuda de Imbert, y compartió su solidaridad con los hijos, nietos y otros familiares.
A las 11:00 de la mañana inició la misa de cuerpo presente, oficiada por monseñor Víctor Masalles, y los miembros de la prensa pudieron ver el féretro cubierto por la Bandera Nacional y el kepis del extinto militar reposando encima.
“Estamos despidiendo a un gran hombre; hijo, esposo, padre, pero sobre todo, un amante de la libertad y de su patria.
No quiero dejar de elevar una plegaria de agradecimiento por aquellos amigos que ya partieron, que fueron solidarios, y que estuvieron presentes en los momentos más difíciles de su vida”, dijo la viuda. Leyó un escrito dejado por Imbert Barrera donde expresa que siempre le preocupó la unión familiar.
“Si durante mi vida enfrenté los peores riesgos que podían tomarse en nuestro querido país, y si mis familiares supieron darme cariño y respaldo e incluso exponer sus vidas por la mía, en mi muerte quiero que sigan dando esa demostración de cariño, siguiendo mis instrucciones; eviten por todos los medios y por cualquier circunstancia, enojos, rencillas, discusiones o enfriamiento familiar por cualquier razón”, leyó.
También el empresario Frank Rainieri y el historiador Juan Daniel Balcácer, hablaron del hombre y del héroe durante la misa. “Siempre tenía un consejo para los amigos. Tenía una visión clara y práctica del ser humano; soportó lisonjas, elogios y críticas dañinas sin amargura porque sabía que todo eso es parte de la vida”, dijo Rainieri.
Recordó que al ser cuestionado sobre la persecución trujillista que vendría después del ajusticiamiento del tirano, Imbert Barrera respondió que “si nos hubiésemos puesto a pensar en dónde escondernos, no lo hubiésemos intentado”.
Fue un héroe no un mártir
Mientras que Balcácer expresó que hay quienes creen que para que la acción de un individuo trascienda y adquiera categoría de héroe este debe observar un comportamiento ético y político homogéneo u ofrendar su vida, es el caso de un prócer, pero que la categoría de “héroe” está vinculada a la realización exitosa de una hazaña o proeza en beneficio del conjunto de la sociedad a la que pertenece.
“Lo que sí constituye una verdad irrefutable es que el nombre de Antonio Imbert Barrera está registrado para siempre en los anales de la Historia nacional, en virtud de que la democracia que actualmente disfrutamos los dominicanos es sencillamente impensable sin la portentosa hazaña heroica de los hombres y mujeres del 30 de mayo de 1961, entre los cuales él descolló con singular valentía y refulgente brillo”, afirmó.
Rumbo al cementerio
Al finalizar la misa, a la salida de la Catedral, le fueron rendidos los honores correspondientes a la investidura que ostentó y rápidamente salió el cortejo fúnebre hacia el cementerio, cruzando por el Monumento a los Héroes del 30 de Mayo.
Tras llegar al cementerio, un batallón militar le rindió, otra vez, los honores militares de estilo correspondiente y luego el juez del Tribunal Constitucional Víctor Gómez Bergés resaltó las cualidades de Imbert Barrera; sus aportes al país y a su natal Puerto Plata.
“Tuvo una vida antes de su lucha por la causa de la libertad, al servicio de su pueblo, donde contemporáneos admiraban su entrega al trabajo y a su familia, principalmente a su madre doña Chilín, a quien mantuvo a su lado hasta su partida”, dijo Gómez Bergés.
Tras esas palabras y una guardia de honor a cargo de oficiales de las Fuerzas Armadas, fue dada cristiana sepultura a los restos de Imbert Barrera. La bandera que cubría el féretro fue doblada y entregada en un cofre de cristal a doña Giralda Busto, viuda del Héroe Nacional.