Santo Domingo.-El vocero de la Policía Nacional, coronel Máximo Báez Aybar, quien fungió de testigo en el caso de la supuesta red de sicariato del capo bioricua José Figueroa Agosto, reveló que el encartado Ricardo Pérez Mateo supervisaba las operaciones de muerte desde una yipeta para informar si la víctima había quedado con vida.
Indicó que según las indagatorias realizadas cuando se desempeñaba como subdirector de Investigaciones Criminales, cada sicario cobraba 30 mil dólares por cada muerte.
Los muertos fueron el coronel José González González, Rubén Soto Hayet y Omar Antigua Polanco.
Indicó que en uno de los celulares ocupados al imputado Gian Enrique Matos obtuvieron conversaciones con personas de países suramericanos en las que este trataba sobre el precio de la droga y la vía para su transportación.
La conversación indicaba, además, que la droga podía ser transportada en un submarino en caso de que el cargamento excediera los 50 kilos.
El caso se ventila en el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que preside la jueza Pilar Rufino, e integran, además, Daira Medina y Daniel Nolasco.