Es difícil fortalecer la institucionalidad y combatir la corrupción cuando el debate de asuntos públicos queda reducido a un concurso de epítetos, diatribas, difamaciones, injurias y mentiras. Así, mejor perder. Peor todavía cuando, tras cualquier pela de lengua por redes sociales o en periódicos alicaídos, las preguntas que motivan la ira de intolerantes quedan sin […]