WASHINGTON.-La Suprema Corte de Estados Unidos adoptó el viernes una decisión histórica al declarar que las parejas del mismo sexo tienen derecho al matrimonio en cualquier lugar del país, una culminación histórica a décadas de litigios sobre el matrimonio y los derechos de los homosexuales.
El presidente Barack Obama afirmó que esto reafirma el principio de que todos los estadounidenses son iguales. Hasta ahora, las parejas gay y lesbianas tenían derecho a casarse solo en 36 estados y el Distrito de Columbia.
La decisión de la corte por votación de 5-4, significa que los otros 14 estados en el sur y centro-norte del país deberán anular sus prohibiciones al matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Los defensores de los derechos de los homosexuales, aplaudieron, bailaron y lloraron afuera de la corte tras conocerse la decisión, que puso un punto de exclamación final a los abruptos cambios a las normas sociales del país.
El juez Anthony Kennedy escribió a nombre de la opinión mayoritaria, al igual que lo hizo en los tres principales casos previos de derechos de homosexuales, que datan desde 1996.
La sentencia se da en el aniversario de dos de esas decisiones. “No existe unión más profunda que la del matrimonio”, escribió Kennedy, quien estuvo acompañado por los cuatro jueces más liberales de la corte. Las historias de las personas que solicitan el derecho a casarse “revelan que no buscan denigrar el matrimonio, sino vivir sus vidas, u honrar a sus cónyuges y estrechar su vínculo”, dijo Kennedy.
Al leer su opinión, los espectadores en el juzgado se enjugaron lágrimas luego de que se esclareciera el alcance de la decisión. En la audiencia se encontraba James Obergefell, el principal demandante ante la Suprema Corte.
En el exterior, Obergefell sostuvo una fotografía de su difunto esposo, John, y dijo que el decreto establece que “nuestro amor es igual”. Agregó: “Esto es para ti, John”. Obama felicitó a Obergefell vía telefónica, en una llamada que tomó ante la prensa. Minutos después, en la Casa Blanca, Obama aplaudió la decisión como “justicia que llega como un rayo”.
Afirmó que esto era una reafirmación al principio de que “todos los estadounidenses son creados de la misma manera”. Los cuatro jueces discrepantes emitieron opiniones por separado, explicando sus posturas, pero acordaron que la decisión de quién puede contraer matrimonio debió de haber quedado en manos de los estados y sus votantes.
“La corte no es una legislatura. No debería ser de nuestra incumbencia el decidir si el matrimonio entre parejas del mismo sexo es una buena idea o no”, escribió en discrepancia el juez principal, John Roberts, quien por primera vez en casi 10 años en el cargo, leyó un resumen de su discrepancia desde el banquillo.
“Si usted es uno de muchos estadounidenses —sin importar la orientación sexual— que está a favor de la expansión del matrimonio entre parejas del mismo sexo, deberá celebrar la decisión tomada hoy”, dijo Roberts.
“Pero no celebre la Constitución, porque no tuvo nada que ver con esto. El juez Antonin Scalia afirmó que no le preocupa mucho el matrimonio entre personas del mismo sexo, sino “el trato de la corte a la democracia estadounidense”.
Los jueces Samuel Alito y Clarence Thomas también discreparon. Obama aplaudió el decreto vía Twitter, afirmando que era “un gran paso en nuestra marcha hacia la equidad”.
El decreto no entrará en vigor de manera inmediata, debido a que la corte le da unas tres semanas a la parte derrotada para solicitar una reconsideración. Sin embargo, algunas autoridades estatales y de condado podrían decidir que el riesgo de emitir licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo es mínimo.
Los casos ante la corte involucraron leyes de Kentucky, Michigan, Ohio y Tennessee, que definen el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Esos estados no han admitido el matrimonio entre parejas del mismo sexo ni reconocen como válidos los matrimonios efectuados en otros lugares.
Hace apenas dos años, la Suprema Corte rechazó parte de una ley federal en contra de los matrimonios homosexuales, que no otorgaba beneficios gubernamentales a parejas del mismo sexo que estuvieran casadas legalmente.
Los jueces Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg, Elena Kagan y Sonia Sotomayor conformaron la mayoría al lado de Kennedy, los mismos magistrados que hace dos años. La decisión en el caso de Estados Unidos contra Windsor no especifica la validez de las prohibiciones estatales a los matrimonios homosexuales, pero a lo largo del país, salvo algunas excepciones, señalaron que la lógica indica que se deben invalidar las leyes estatales que prohíben que se unan en matrimonio homosexuales y lesbianas.
El número de estados que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo ha aumentado de manera significativa. Apenas en noviembre solo una tercera parte de los estados lo admitían.
Existen cerca de 390.000 matrimonios del mismo sexo en Estados Unidos, de acuerdo al Instituto Williams de UCLA, que rastrea la demografía de los estadounidenses gay y lesbianas. Otras 70.000 viven en estados en los que no se les permite casarse actualmente, pero se casarán dentro de los próximos tres años, señaló el instituto. Casi un millón de parejas del mismo sexo, casadas o no, viven juntas en Estados Unidos.