Niños de la calle con una oportunidad de superación

Santo Domingo.-“Si tuviera que elegir entre mi casa o estar aquí elegiría quedarme en este hogar, porque aquí me han enseñado el verdadero valor de la vida”, es la afirmación de Jhony Victoria, quien casi concluye su bachillerato.

El joven   fue rescatado de la calle a los siete años y hoy, 16 años después, agradece a Dios haber llegado a la Casa de Acogida de la Pastoral Juvenil.

Él, al igual que los 25 niños y adolescentes que están en aquella casa, hoy sabe apreciar la importancia de tener un hogar en donde todo está asegurado, el amor, ante todo; alimento, educación y su segura reintegración a la sociedad.

Y  esa es la loable labor que todos los días, sin descanso, realiza la Casa de Acogida de la Pastoral Juvenil: rescatar a niños y jóvenes de la calle, quienes un día tuvieron algún vicio, para ofrecerles una vida digna.

Más de mil rescatados!!!

En los 23 años que tiene de existencia la Casa de Acogida, cerca de  1,500 niños y jóvenes han sido salvados de los vicios y peligros que los asechaban en las calles del país.

Pero esta organización  no sólo se dedica a identificar niños que andan deambulando por las calles,   darles tratamiento psicológico, educarlos y ofrecerles un techo con todo incluido, sino que también intenta  acercarlos a la familia que un día ellos dejaron.

Sus gastos mensuales superan los 400 mil pesos  y solo cuentan con   los recursos que le suministra la Pastoral Juvenil, pero nada de eso preocupa allí, porque para ellos lo importante es ver el desarrollo físico, psicológico y profesional de aquellos jovencitos.

La Casa de Acogida, que incluye el programa “Yo también”, está ubicada en la calle Peña y Reynoso del  sector de San Carlos, y tiene capacidad para albergar a 30 menores, pero a veces esa cifra aumenta o disminuye. La situación de vulnerabilidad de estos niños se debe, principalmente,  a que provienen de familias de pobreza extrema y por eso se enfatiza  en la educación y el trabajo como medios para superar esa realidad.

“Nosotros sacamos el niño de la calle, luego identificamos cuál ha sido su problema, porque muchos de ellos han robado o consumido drogas, y después empezamos la labor con ellos, para que puedan ser hombres de bien”, asegura Marcos Rosario, encargado del centro.

Alegría

El hogar exhibe con satisfacción que en todos los años que llevan trabajando han logrado que decenas de jóvenes terminen el bachillerato y hasta carreras universitarias.

Y más tarde  muchos de ellos logran conseguir  un trabajo formal en instituciones  de prestigio  y también en el Estado.

Un ejemplo vivo de esa superación es Mario Adames, quien pasó de ser un niño marginado de la calle a director de la estación Radio Juventud Don Bosco, que transmite en los 1640 AM, 24 horas.

Aquel joven fue de la calle hasta que decidió ingresar a la Casa de Acogida, donde encontró la oportunidad que no había hallado en su antiguo hábitat.

“Yo quiero devolver  a  estas personas lo que ellos me han dado”, es en lo que han coincidido todos los jovencitos y niños que están en la Casa de Acogida.