Los clubes deportivos y culturales continúan como un eslabón perdido.

Sencillamente, es una lástima que no se esté enfocado en sacar del foso a esas organizaciones, que sin lugar a duda cumplieron un papel preponderante en el desarrollo integral de varias generaciones de dominicanos.

Esa es una realidad que conoce perfectamente la dirigencia deportiva, pero nadie ha querido enfrentar el reto.

Lo mismo sucede en lo cultural, en especial los ministerios de Cultura y el de Deportes, que nunca han dado un paso en pro del rescate de los valores en los sectores que por años realizaron, a través de los clubes, ingentes esfuerzos por desarrollar la cultura en sus respectivos sectores.

¿Cuándo se ha visto a algún funcionario, aunque sea de tercera categoría del Ministerio de Cultura, acercarse a un club de cualquier sector, en procura de ayudarlo para que incentiven esa actividad?

Es penoso que los clubes, con escasas excepciones, estén abandonados, no se dejan sentir, no ejercen presión social y prácticamente son inoperantes, contrario a lo que sucedía décadas atrás, cuando sus miembros levantaban su voz y se les escuchaba y resolvía.