Los casos como Polyplas obligan a reflexionar sobre las alegres aprobaciones (no importa dónde esté ubicada) y en la frágil supervisión de los organismos encargados del Estado a industrias como estas; en las complicidades. El informe dado a conocer por el Cuerpo de Bomberos habla de mucho de esto.

La explosión ocurrida el pasado miércoles seis de diciembre en la fábrica de plásticos, Polyplas, enclavada en el centro de un denso y popular sector de la Capital dominicana, es el tema principal de los medios de comunicación, y de conversaciones informales. Y no es para menos: hasta ahora hay 8 muertos y hubo más de 100 personas heridas. Esto sin contar los daños laterales que van desde trastornos psicológicos hasta daños a estructuras físicas.

En los medios de comunicación se han tocado todas las aristas. Y es que no es para menos: esta tragedia ha dejado al descubierto la indefensión en la que trabajan miles de dominicanos (“estamos trancadas en esta parte” explicaba a una amiga en una grabación María Garabito, minutos antes de su muerte en un video que grabó y envió por WhatsApp) ¿Cómo que estaba trancada? ¿Por qué?

Miles de dominicanas y dominicanos trabajan en industrias de ricos empresarios en ricos empresarios, con una gran inhumanidad y gran complicidad del gobierno. Para muestra basta un botón.

El informe que dio conocer el Cuerpo de Bomberos aclara varias interrogantes:

• “Los bomberos no pudieron comprobar la existencia de un muro de contención que contuviera el tanque de gas,
• “No se pudo comprobar que las instalaciones contarán con un sistema de supresión de incendios de forma automática.
• “No se pudo comprobar que contaba con dispositivos de detección de escapes.
• No se pudo comprobar que funcionaron las alarmas de emergencia”,

Y la pregunta que me hago es ¿Cuántas empresas más existirán en el país como Polyplas?¿Qué harán a partir de ahora las instituciones encargadas de la supervisión de empresas como estás?