¿Y entonces?

¿Y entonces?

¿Y entonces?

Durante 20 años la Ley de Partidos estuvo empantanada en el Congreso Nacional. Ahora fue aprobada y promulgada por el Poder Ejecutivo, entonces ningún partido quiere acogerse a su norma.

¿Entonces, para qué primarias abiertas o cerradas?

Los partidos temen elegir sus candidatos en base a ese método como “el diablo a la cruz”, cuando antes se había argumentado que vendría a fortalecer la democracia interna.

Ha quedado evidenciado que nadie quiere estar bajo los ojos de la JCE:



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